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El cañón y varias de las piezas rescatadas del yacimiento de 'Nuestra Señora de las Mercedes'.
Tras los restos de la 'Mercedes'

Tras los restos de la 'Mercedes'

El Arqua recibe un cañón de bronce y once piezas de metal rescatadas de la fragata hundida hace 211 años. Científicos y arqueólogos documentan y catalogan casi mil piezas halladas en el pecio, obviadas por la empresa 'cazatesoros' Odyssey en el año 2007

Antonio López

Jueves, 27 de agosto 2015, 00:35

A casi 1.200 metros de profundidad, en la oscuridad del océano y bajo una fina capa de arena se esconden los restos de la fragata 'Mercedes'; o mejor dicho, lo poco que dejó la empresa 'cazatesoros' Odyssey tras su expolio en 2007. Ahora, 211 años después de su hundimiento, un grupo de científicos, arqueólogos y técnicos españoles han vuelto para recuperar lo que los 'piratas' del siglo XXI obviaron y para dar un pequeño homenaje a los 249 marineros que allí fallecieron, tras una dura lucha contra la Armada británica.

La expedición científica al pecio 'Nuestra Señora de las Mercedes' pasará a los libros por ser la primera excavación subacuática a más de 1.130 metros de profundidad realizada por un país de la Unión Europea. Seis días de rastreos y de explorar las aguas del Cabo de Santa María, frente a las costas de Cádiz, han servido para sacar a la luz la vida a bordo de la fragata -de la que no queda ni rastro de su madera- a través de 21 cañones de hierro muy oxidados, 148 de sus 800 lingotes de estaño, dos culebrinas y tres anclas, entre otros objetos.

Del numeroso material encontrado por la expedición, coordinada por el director del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua), Iván Negueruela, se extrajo para su conservación un cañón pedrero de bronce de 80 centímetros, una maja de almírez de oro, una palmatoria de plata (candelabro), tres cucharas, un tenedor y tres platos de plata. En total, una docena de objetos metálicos elegidos por estar en riesgo de desaparición debido a su fragilidad, y porque permitirán documentar los aspectos más relevantes de la vida cotidiana.

La expedición partió el pasado 14 de agosto del puerto de Vigo a bordo del buque oceanográfico 'Ángeles Alvariño'. Tras hacer una parada en Rota para recoger a científicos y técnicos del Arqua, del Instituto Español de Oceanografía y del Museo Naval de la Armada Española, se trasladó justo al punto donde la 'Mercedes' se hundió.

Robot submarino

Los arqueólogos han usado un robot submarino, similar al que empleó Odyssey en 2007, dotado de seis motores, cinco cámaras y dos brazos hidráulicos para la toma de muestras sólidas, y capaz de sumergirse hasta donde se encuentra la fragata.

Los técnicos han elaborado a partir de las imágenes tomadas con el robot un mapa de 150 por 140 metros, aproximadamente, de la zona donde se encuentran los restos del pecio, para medir las variables que pudieran afectar a la conservación de la fragata, tales como la salinidad, las corrientes o las alteraciones de tipo natural.

También han configurado un mapa arqueológico del buque y de su cargamento, posicionando y localizando la mayoría de los materiales que contenía. Según relató Iván Negueruela ayer, en el acto de presentación de los primeros resultado de la prospección, presidido por el ministro de Educación, Cultura y Deportes, Íñigo Méndez de Vigo, se han clasificado los elementos hallados según el tipo de material y el estado de conservación.

Como homenaje a los fallecidos en el hundimiento se depositó una placa de bronce en el lugar donde están los restos, en cuya inscripción se puede leer: «En recuerdo de las víctimas de la fragata 'Nuestra Señora de las Mercedes', que fallecieron el 5 de octubre de 1804». Los bienes que se han traído a tierra serán restaurados en los laboratorios del Museo Nacional de Arqueología Subacuática, ubicados en el polígono industrial Cabezo Beaza de Cartagena, y posteriormente pasarán a formar parte de la colección del centro.

La expedición ha estado acompañada por el realizador y productor Javier Trueba, quien ha filmado el trabajo de los investigadores. Trueba, especializado en la realización de documentales científicos, mostrará en un vídeo el desarrollo de la misión, impulsada por el Ministerio de Cultura con el fin de conocer y valorar los posibles daños causados por Odyssey en 2007 en el yacimiento submarino.

El grupo de arqueólogos y científicos fue recibido ayer en el puerto de Cartagena por el ministro Méndez de Vigo; la secretaria de Estado de Innovación, Carmen Vela; el director general del IEO, Eduardo Balguerías; y el almirante del Arsenal de Cartagena, Fernando Zumalacárregui, así como otras autoridades como el presidente de la Autoridad Portuaria de Cartagena, Antonio Sevilla.

Tras una breve visita al buque Ángeles Alvariño, el ministro visitó la exposición de la fragata en el Arqua, donde, junto a Negueruela, dio buena cuenta de los resultados de la expedición.

Los investigadores esperan que esta no sea la única misión que se envíe al pecio de la 'Mercedes'. El director del museo afirmó que esperan conseguir una nueva campaña para este proyecto a fin de concluir los trabajos de documentación. «Con una segunda campaña de cinco días, daríamos por cerrada la responsabilidad del Estado con 'Nuestra Señora de la Mercedes'», aseguró.

Para Negueruela, esta tarea ha sido «mucho más que muy emocionante. Era una responsabilidad tremenda y no podíamos fallar en nada», aunque lamentó no poder valorar los daños de la fragata por desconocer el estado del mismo antes del expolio de Odyssey.

El ministro de Cultura consideró que esta expedición «ha sido todo un éxito», y avanzó que tiene la intención de dar a conocer estas técnicas arqueológicas en la Unión Europea. «España está a la vanguardia y tenemos mucho que enseñar al resto del mundo e incorporar a la marca España», en lo que coincidió con la secretaria de Estado de Innovación.

Pruebas suficientes

De esta forma, Méndez de Vigo resaltó la responsabilidad del Estado en proteger el patrimonio submarino y advirtió de que, «si encontramos pruebas suficientes, también seremos pioneros en llevar a la Justicia lo que no se debe hacer»

La empresa Odyssey encontró el pecio en la zona del golfo de Cádiz con unas 500.000 monedas de plata y oro (reales de a ocho y escudos, todos ellos de la época de Carlos IV y acuñados en Lima, Perú, en 1803), entro otros objetos que, tras ser extraídos se llevaron a Estados Unidos. Ahí comenzó un litigio entre España y la empresa norteamericana por los derechos del hallazgo.

En 2011, el Undécimo Tribunal de Apelaciones de Atlanta (Georgia) ratificó la orden de un juez de Florida para que la empresa entregara el tesoro a España. Odyssey entonces presentó un recurso contra la sentencia que obligaba a entregar el tesoro a España, que fue desestimado. En 2012, un fallo del Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó el recurso de Odyssey y obligó a la compañía a devolver las monedas.

Sin embargo, no todos los restos extraídos del pecio fueron devueltos inicialmente. Como consecuencia de la investigación judicial se supo que los responsables de Odyssey habían ocultado parte del tesoro en Gibraltar. Estos restos fueron finalmente entregados en julio de 2013 y llevados junto con los anteriores al museo Arqua de Cartagena.

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