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Restos de la Sala del Parlamento en La Almoloya.
La Almoloya, el primer Parlamento europeo

La Almoloya, el primer Parlamento europeo

Mula y Pliego piden ayuda a la Comunidad para avanzar en la puesta en valor del yacimiento argárico

José Luis Piñero

Miércoles, 27 de julio 2016, 01:43

Las excavaciones de La Almoloya han sacado a la luz el primer Parlamento europeo. Y todas las miradas de los investigadores se centran en este yacimiento de la Edad del Bronce situado entre Mula y Pliego. Un antiguo asentamiento de la cultura argárica, que está siendo excavado por un equipo de investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), que han descubierto estructuras pertenecientes a un complejo de edificios, entre ellos, los restos de un recinto palaciego que pudo servir como sala de audiencias y para reuniones de gobierno. Dada su importancia, el Ayuntamiento de Mula insta a la Comunidad Autónoma a que ofrezca financiación para continuar con la investigación. Así se aprobó ayer por unanimidad en el Pleno municipal.

A partir de una moción presentada por Ciudadanos se insta al Gobierno regional a incluir una partida en los presupuestos de 2017, de al menos 60.000 euros, para continuar los trabajos en este enclave arqueológico, de casi 4.000 años, que albergaba la primera estructura de poder centralizado en la que se tomaban decisiones que afectaban la vida de miles de personas en un vasto territorio, según los investigadores.

Declaración de BIC

La Corporación también urge a la Administración regional para que termine, a la mayor brevedad posible, el procedimiento para la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de este yacimiento, un trámite iniciado el 26 de febrero de 2015. El acuerdo municipal será trasladado a la Asamblea Regional y a los distintos grupos parlamentarios. Del mismo modo, el Pleno del Ayuntamiento de Pliego que se celebra hoy tiene previsto sacar adelante esta misma petición de apoyo.

Este emplazamiento estratégico favoreció su ocupación durante más de 600 años, entre los años 2200 y 1550 antes de Cristo. Los arqueólogos afirman que es la primera vez que se constata la existencia de un recinto tan antiguo especializado en el ejercicio del gobierno en Europa occidental, desde el que se regiría la vida de muchas otras comunidades próximas, explica la dirección de la excavación. Y destaca el hecho de que, alrededor de la misma época, solo las grandes civilizaciones orientales presentaban construcciones equiparables en estructura y función.

La denominada Sala del Parlamento formaba parte de un auténtico palacio donde residía la aristocracia de aquella sociedad, incluidas las tumbas que constituyen hallazgos de primer nivel. Entre ellas, la más lujosa, situada bajo el suelo de aquel recinto asambleario. En concreto, la descubierta junto a la cabecera principal de la sala de audiencias, que acoge los restos de un hombre y una mujer en posición flexionada, acompañados de una treintena de ricas ofrendas realizadas con metales nobles y piedras semipreciosas.

Sepultura principesca

Aparecen abundantes joyas de oro, plata y ámbar; delicadas piezas de orfebrería y otras ricas ofrendas que apuntan a una sepultura principesca que acogió a dos miembros de una dinastía reinante. También advierte el equipo de investigadores de la UAB, dirigido por Vicente Lull, que, tal y como sucedía en la Creta del legendario rey Minos, la élite de La Almoloya acumulaba poder y riqueza. Así, en ningún otro escenario se ha podido llegar a conocer con tanto detalle cómo se forjaron y funcionaban las primeras civilizaciones europeas.

Además de una de las primeras arquitecturas políticas, La Almoloya ofrece mucho más, como la trama urbanística más completa de un centro de poder de la Edad del Bronce. Decenas de habitaciones agrupadas en al menos siete grandes complejos residenciales y económicos muestran un cuadro inédito de la organización de aquella sociedad.

La solidez y maestría de sus estructuras urbanas son, según los investigadores, únicas en la prehistoria europea occidental. Algunas de las paredes conservan restos de estuco decorado con motivos geométricos y naturalistas. En el edificio que debió de tener funciones políticas destaca una amplia sala, de unos 70 metros cuadrados, con techos altos y una capacidad para unas 64 personas sentadas en los bancos adosados a las paredes. La sala también estaba dotada de un gran hogar ceremonial y un podio de carácter simbólico.

Otra de las piezas más relevantes encontrada es una diadema de plata que ceñía el cráneo de un mujer, sobre todo, teniendo en cuenta que las últimas fueron descubiertas hace más de 130 años en El Argar, y ninguna de ellas se conserva hoy en España. También se han hallado cuatro dilatadores de oreja, dos de oro macizo y dos de plata, además de anillos y brazaletes.

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