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Pepi Torres y Encarna Miralles explican los robos que han sufrido.
«Queremos que los pillen ya para dormir tranquilos»

«Queremos que los pillen ya para dormir tranquilos»

Vecinos de la pedanía de La Basca relatan cómo una banda saqueó sus viviendas; se llevaron joyas y hasta un vestido de novia

Alicia Negre

Martes, 22 de julio 2014, 01:50

Pepi Torres aún recuerda con amargura su despertar en la madrugada del domingo. Unos agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil habían entrado en su dormitorio y a gritos rogaban a Pepi y a su marido, Manuel, que mantuviesen la calma. Una banda había asaltado su vivienda. «Nosotros no sabíamos si eso era una película o dónde estábamos», confiesa. «Ahora me siento insegura. Quiero que los pillen cuanto antes para poder dormir tranquilos».

Esta familia, vecina del Camino del Brazal de Álamos de la pedanía benielense de La Basca, es una de las afectadas por la oleada de robos a viviendas que está asolando el municipio. A Pepi, al igual que a sus vecinos, los ladrones se les colaron por una ventana de la parte trasera de la vivienda y, tras revolver todo el salón, lograron hacerse con varias videoconsolas y con las joyas de sus hijos, dos mellizos de 9 años, que acaban de hacer la primera comunión. «A nosotros nos pillaron dentro de la casa pero no nos enteramos de nada», relata Pepi, con el miedo aún en el cuerpo. «Nos han dicho que posiblemente nos echaron algo para dormirnos».

Estos amigos de lo ajeno, que podrían estar detrás de la veintena de asaltos que se han registrado en Beniel en los últimos diez días, no distinguen entre vecinos y políticos. Si no, que se lo pregunten al vecino de Pepi, el exregidor popular de Beniel -entre junio de 2001 y 2007- Pedro Coll, que tampoco se ha librado. «Me fui a cenar el sábado pasado, con mi mujer y unos amigos, y cuando regresamos a las 1.30 horas los ladrones estaban en materia».

Al parecer, cuando Coll y su esposa, Ascensión Miralles, llegaron a su casa del Brazal de Álamos los ladrones «escucharon la puerta del garaje y se dieron a la fuga por los huertos» que existen en la parte trasera de las viviendas. A los cacos, no obstante, les había dado tiempo a entrar en las habitaciones para llevarse tres pulseras, dos relojes y un cordón. Todos estas joyas eran de oro y superan los 6.000 euros. El exalcalde destaca, sobre todo, que «eran cosas con un gran valor sentimental. Regalos que le hice a mi mujer cuando éramos novios». Los ladrones también se llevaron el vestido de novia de su hija, que se casó el pasado 21 de junio y que aún estaba pendiente de una sesión de fotos con el mismo. «Te entra mucha impotencia».

Escalan hasta cuatro metros

Muy cerca de esta zona, en la Vereda de La Basca, también son varias las familias que estos días han recibido la visita de esta supuesta banda. Es el caso de Rosa Ana Mula, que no esconde su temor. «Habíamos ido a ver un espectáculo de coches y apenas estuvimos dos horas fuera de casa», explicaba ayer a 'La Verdad'. Rosa y su marido regresaron a la vivienda poco antes de la medianoche y entonces comprobaron temerosos que algunas luces estaban encendidas. «Rodeé la vivienda y vi que había una cuerda colgando». Estos vecinos decidieron avisar a la Policía y esperar fuera de la vivienda su llegada. Un tiempo que los cacos aprovecharon para darse a la fuga.

Poco después de esa alerta a la Policía llegaban a la zona los vecinos de Ana Rosa, quienes también sufrieron el asalto de la supuesta banda en su vivienda. «Veníamos de tomar un helado y vimos a los vecinos, que habían llegado un poco antes», cuenta Clara López. «Nos dimos cuenta que la verja estaba totalmente forzada». Una vez que llegaron los agentes, este matrimonio comprobó que los cacos habían entrado en su dormitorio, habían volcado todo encima de la cama y se habían llevado parte de sus joyas. Un botín similar al que obtuvieron en casa de Rosa Ana. «Se han llevado algunas joyas, una tablet, un portátil...», explica. «La habitación nos la han dejado desmantelada totalmente».

Las viviendas de estos dos vecinos, situadas a apenas unos metros, fueron asaltadas, al parecer, simultáneamente. Lo mismo ocurrió con los domicilios de Pepi Torres y del exalcalde Coll. Una circunstancia que lleva a los afectados a pensar que pueda tratarse de una organización más o menos grande. «Me dijeron que, por lo menos, tenían que ser cinco personas», explica Rosa. Ésta destaca, además, que para acceder a su casa los ladrones tuvieron que colarse por una ventana a unos cuatro metros de altura. «Me han dicho que tal vez entraron subiéndose uno encima de otro», remarca.

Esta oleada de robos en casas, algunas de ellas habitadas, ha disparado el temor en la pedanía de La Basca y sus alrededores (al parecer también hubo algún robo en Alquerías). Los vecinos aseguran haber recibido un «excelente trato» por parte de los agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil, pero reclaman mayor vigilancia nocturna en la zona. Coll pide al alcalde socialista, Roberto García, que «intensifique la seguridad ciudadana porque esto es la leche. Cuando yo era alcalde tenía 8 agentes, pero ahora hay 25 agentes». Coll sostiene que «los ciudadanos estamos desprotegidos. El pueblo está totalmente abandonado. No palpó actividad policial».

El Ayuntamiento recuerda que desde el 22 de marzo de 2013, se acordó dividir la vigilancia de la población en varias zonas. La vigilancia del casco urbano y la pedanía de La Basca debe ser efectuada por Policía Local -siendo auxiliada por Guardia Civil en caso de necesidad-. El Raiguero, El Mojón, zonas de huerta y polígonos, su vigilancia son competencia exclusiva de la Benemérita.

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