La figura que endulza la tragedia

El Santísimo Cristo del Amor en la Conversión del Buen Ladrón estaba concebido con cuatro imágenes, los tres crucificados y una María Magdalena a los pies de la cruz. Por motivos económicos no se había podido completar este paso, que desfila cada Jueves Santo en la llamada procesión de La Soledad. Por fin, y gracias a una rifa, los 40 jóvenes que sacan este trono consiguieron reunir los 18.000 euros que costaba la imagen y esta ha podido ver la luz. Ayer se bendijo en la iglesia de El Carmen y se entregó a la archicofradía la escritura que la hace poseedora de la imagen. Hoy se presenta en la sala Martillo, donde desde hace meses permanece la muestra 'Lazos de Sangre'. La nueva adquisición será la pieza del mes. «Estamos muy contentos, el trabajo del maestro es impecable y por fin hemos podido completar el paso», señala a 'La Verdad' Antonio Barceló, cabo de andas del trono.

«Es la imagen que necesitaba el paso, porque endulza la tragedia». José Hernández Navarro siempre concibió la escena con la presencia de María Magdalena, porque los tres crucificados «necesitan de la figura femenina, que le da un punto de encanto». María Magdalena clama contra el terror de la muerte de Cristo y se lleva una de las manos a la cabeza. «Como es una figura terrenal, podemos jugar más con su expresión y nos podemos permitir más licencias». El escultor de la pedanía de Los Ramos ha conseguido en esta Magdalena «la expresión de una mujer normal y corriente». Satisfecho por este trabajo, el imaginero murciano destaca que no se ha inspirado en ninguna imagen, «esta es una creación nueva».

La escena pasional que relata el Santísimo Cristo del Amor en la Conversión del Buen Ladrón es única en la Semana Santa murciana y se incorporó a la archicofradía de La Sangre el año de su 600 aniversario.