Los micrófonos grabaron a uno de los agentes golpeando a un joven

Al agente José Luis S.A., uno de los seis policías nacionales sospechosos de matar a un vecino de Las Seiscientas, parece que le gustaba «sacar la mano a pasear», como se dice en el argot policial.

Un testigo protegido en las diligencias que investigan la muerte de Diego Pérez ha referido cómo en la madrugada del 11 de marzo, este policía golpeó al vecino de Las Seiscientas en la puerta de su edificio. Según relató el testigo denominado B-83, pese a que había sido Diego quien había requerido la presencia policial porque estaba siendo amenazado, el citado agente comenzó a cachearlo y en un momento dato le espetó: «Y esto, ¿qué? ¿Lo has robado?». Ante el silencio recibido por respuesta, volvió a interpelar a Diego. «¿Te estás riendo de mí?», tras lo cual le habría asestado un golpe con la mano abierta en la cara. «Achoooo, ¿estás loco?», respondió, asustado, el afectado, mientras se echaba para atrás.

El incidente concluyó cuando otro agente instó a Diego meterse en un patrulla. «¡Sube al coche!», le habría dicho. «¿Lo llevamos a Comisaría?», añadió ese policía. A lo que su compañero José Luis S.L. habría respondido, siempre según el testigo protegido: «No, lo llevamos a la guarida».

No es la única actuación aparentemente violenta de este policía que aparece en las diligencias. Los micrófonos que Asuntos Internos colocaron en los coches patrulla captaron otra intervención de José Luis S.L., el 19 de junio, a la una de la madrugada, en la que presuntamente volvió a excederse.

En este caso se trató de otro cacheo a un joven sospechoso de consumir estupefacientes en la vía pública, al que se dirigió en los siguientes términos: «Chacho, ¿tú que crees? ¿Que somos gilipollas? ¡Ponte ahí!». Seguidamente se escucha cómo le asesta un manotazo y el grito del chaval. «Eso por decirme que no llevabas nada. ¿Llevas algo más? Como sigas sacando, te voy dando. Conforme sigas sacando, pues te vamos a... a ir dando. Al mismo compás».

Minutos después, acabada la intervención, lo comenta con su compañero de patrulla, el también sospechoso del crimen José Antonio C.G.. «Está loco perdío -dice éste-, le has pegado un gomazo que pa qué. ¿No quieres otra?». A lo que José Luis S.A. responde: «Le he dado un tortazo».

-«¿Ha sido un tortazo? Creí que era un gomazo».

-«¡Si no llevaba goma!».

- «Ahhhh, ¡es verdad! Es que ha sonado como a goma».

El micrófono instalado en el coche patrulla por Asuntos Internos sigue haciendo su trabajo y ya cerca de las tres de la mañana intercepta otra conversación de interés, en la que hablan de lo que podrían hacer si localizan a un ladrón de trasteros.

-José Antonio C.G.: «Lo mato a palos. Y si lo pillo cerca del Mercedes ya ni te digo. Si lo pillo cerca del Mercedes, muere».

-José Luis S.A.: «Deberíamos ir y antes de... de que nos arrimemos al tío, decírselo a la Sala que manden una ambulancia».

-José Antonio C.G.: «La ambulancia. Un tiroteo ahí. Cojo las balas estas que me ha dado... mi padre».

-José Luis S.A.: «Claro, coges el revólver, te iba a decir yo ahora... y aquí no ha pasado na».

-José Antonio C.G.: «Y aquí no iba a pasar ni plas. Del 9 corto también quiero balas yo, si tienes por ahí».

-José Luis S.A.: «Tengo pocas. La furgoneta (se entrecorta). Vamos a probarla ya. Pa, pa, pa, pa».

Además de homicidio y detención ilegal, ambos agentes son sospechoso de un delito de tenencia ilícita de armas.