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R. F. / J. A. G.
Viernes, 10 de octubre 2014, 16:18
La investigación sobre la supuesta detención ilegal y posterior muerte de Diego Pérez cuenta, al menos, con la declaración de un testigo protegido. Pero podrían ser más. Los datos que han trascendido hasta el momento apuntan a que un vecino de Las Seiscientas observó cómo los sospechosos se llevaban a la víctima en un coche patrulla, un dato que comenzó a orientar la investigación hacia los agentes que esa noche fueron enviados al barrio para prestarle ayuda. En la toma de declaración a los sospechosos, la magistrada Martínez Noguera y la fiscal insistieron en preguntar por la supuesta bofetada que uno de los policías, José Luis S.A., habría asestado a Diego Pérez en la puerta de su vivienda, antes de salir en dirección a Cala Cortina. Un hecho muy concreto que indica que los investigadores disponen de un testimonio en ese sentido.
Entre los principales indicios que han llevado a la magistrada a mantener los cargos de homicidio/asesinato y detención ilegal contra los seis agentes y a ordenar su ingreso en prisión figuran los datos aportados por el testigo protegido, el hecho de que los policías no informaran de la desaparición de Diego ni confesaron haberlo llevado a cala Cortina cuando dos semanas después apareció su cadáver y, sobre todo, un informe forense que parece apuntar a que la víctima recibió numerosos golpes estando vivo.
Los abogados defensores, Raúl Pardo-Geijo Ruiz, Mariano Bo, Salvador Román, Vicente Sanmartín y Juan Francisco Pérez Avilés, adujeron la noche del miércoles que los indicios eran muy inconsistentes y que no justificaban el encarcelamiento de sus clientes. Pardo-Geijo llegó a calificar de «auténtico disparate» que se adujera la «alarma social» entre las razones para mandarlos a prisión.
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