«Somos pacifistas, pero venimos dispuestos a todo»

«Somos pacifistas. Pero estamos dispuestos a todo para defender esta agresión desmesurada a la población civil del sureste de Ucrania por parte del fascismo». Con estas palabras han condensado Ángel (el apellido no ha trascendido), un joven cartagenero de 22 años, y el madrileño residente en Gijón (Asturias) Rafael Muñoz, de 27, la principal motivación que les ha llevado a viajar hasta la ciudad ucraniana de Donestk para enrolarse en una milicia prorrusa, y su decisión de usar las armas, si es necesario, contra el Ejército de este país de la Unión Europea por su «golpe de Estado» contra el Gobierno de Yanukovich.

Los dos jóvenes españoles, alistados desde hace unos días en la guerrilla separatista de Donetsk, en concreto en el Batallón Vostok, han asegurado que hasta ahora no han apretado el gatillo. Pero ya se han exhibido portando armas, tanto en fotos como en vídeos difundidos en redes sociales como Facebook y portales como Youtube. De ellos se han hecho eco medios de comunicación de varios países.

Se arriesgan a ser «criminales»

En una entrevista al canal de televisión francés France 24, Rafael Muñoz declaró que están allí para «luchar únicamente por la paz y la libertad de esta gente». Y señaló que él lo hace desde sus convicciones ideológicas de militante de Izquierda Unida en Asturias y de la Unión de Juventudes Comunistas de España (UJCE), así como de componente de distintos movimientos sociales, proanimalistas y ecologistas, y el joven cartagenero como afiliado al Colectivo de Jóvenes Comunistas (CJC), una rama juvenil del Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE). Este último es una escisión de ultraizquierda del Partido Comunista de España, la formación del histórico líder y figura de la Transición Española a la democracia Santiago Carrillo.

Iban a ser tres los españoles que se iban a unir a las 'brigadas internacionales' de los rebeldes del este de Ucrania, pero finalmente solo llegaron a la capital del país, Kiev, Ángel y Rafael. El tercer español que viajaba con ellos no pudo llegar por problemas con el pasaporte en el aeropuerto de Barcelona, donde hicieron escala procedentes de Madrid.

En sus declaraciones a la cadena gala, los brigadistas relataron que fueron obligados por funcionarios de Kiev a firmar un papel en el que se les advertía de que se dirigían a una zona conflictiva y de que, si colaboraban de forma alguna con las milicias separatistas, serían considerados «criminales» por el Estado ucraniano.

Los jóvenes quieren imitar a las brigadas internacionales que acudieron a la Guerra Civil española en apoyo del Gobierno republicano frente al bando nacional de Franco. Así lo dicen en vídeos de Youtube. Declaran que «necesitan difundir la verdad que los medios de comunicación ocultan, como ocurrió en el 36 en España».

Según Al-Manar', grupo de comunicación libanés, los voluntarios podrían tomar parte en combates contra las tropas ucranianas, en lo que las autoridades locales definen como unas 'brigadas internacionales'.

Ángel y su compañero han restado importancia al riesgo que corren sus vidas por su decisión de integrarse en una guerrilla. Pero han pedido «discreción» respecto al domicilio de sus padres y hermanos, por presuntas amenazas de grupúsculos nazi-fascistas. Según fuentes de la administración central, el Ministerio de Asuntos Exteriores españoles está informado de la situación de estos jóvenes.