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EDUARDO RIBELLES
Sábado, 24 de mayo 2014, 00:43
La brigada de agentes forestales destacada por la Comunidad Autónoma para terminar de apagar el incendio que asoló el Barranco de Orfeo, desde Lo Campano hasta las inmediaciones del Valle de Escombreras, certificó ayer su extinción definitiva, según informaron fuentes del teléfono único de emergencias 112. Las llamas quemaron 120 hectáreas en las seis horas en que estuvo más activo, el miércoles por la tarde. En las 36 posteriores, una vez controlado, calcinó otras zonas hasta cubrir un área de 160 hectáreas.
Mientras los efectivos que hicieron la medición por GPS de la superficie se retiraban, varias unidades de los cuerpos de investigación de la Administración regional continuaban con la búsqueda de evidencias sobre el origen del suceso. El método utilizado es el de seguir la lengua de fuego en sentido inverso al de su propagación. De esta forma, fue inspeccionado todo su recorrido, desde el punto en el que fue contenido, pasadas las ocho y media de la tarde del miércoles, en las estribaciones de la Sierra Gorda, junto a la carretera CT-34 que lleva al Valle de Escombreras. Y llegaron al lugar en el que se inicio, a las cinco de la tarde de aquel día, en una pinada junto a Lo Campano, a espaldas del Hospital Santa Lucía.
La Guardia Civil y las Brigadas de Investigación de la Comunidad (Bridas) tienen como principal sospechoso a un anciano que reside en Lo Campano. Sin embargo, fuentes cercanas a la investigación indicaron que, por muchos restos que se recojan, será muy difícil relacionar a esta persona con los hechos. Hasta el momento, todo lo que hay contra él son pruebas circunstanciales, ya que ha sido visto en varias ocasiones en zonas del monte cercanas a los focos de varios incendios. Por eso no solo se le relaciona con el del pasado miércoles. Los agentes forestales de la Comunidad y los del Seprona de la Guardia Civil creen que es reincidente y que puede haber sido el causante de varios de los ocho incendios que han tenido lugar en los últimos doce meses en la misma zona.
El mayor riesgo, en La Parreta
Con la extinción del fuego y las localidades habitadas y la zona industrial de Escombreras fuera de peligro, fuentes del dispositivo de Emergencias indicaron que el momento de mayor riesgo fue cuando las llamas se propagaron por el Barranco de Ojados en dirección a cuatro viviendas de La Parreta, cerca de Alumbres. El desalojo de las familias que había allí, a las seis de la tarde del miércoles, evitó que sufrieran daños. Las viviendas se salvaron de las llamas pero la atmósfera se cargó durante una hora y media de gases tóxicos que podrían haber causado problemas a la decena de personas que fueron evacuadas.
Una vez superado ese momento de tensión, la propagación del fuego generó menor riesgo, pese a que se aproximó a Alumbres y a las empresas de Escombreras. El motivo es que las laderas de la Sierra Gorda que descienden hasta la carretera carecen de vegetación que permita la propagación del fuego. Además, la carretera, de más de veinte metros de ancho, habría hecho las veces de un cortafuegos. No obstante, los responsables de la planta de hidrocarburos de CLH fueron avisados de la cercanía del fuego por precaución.
En las labores de extinción participaron más de cien efectivos, apoyados desde el aire por tres helicópteros, dos de la Comunidad con base la Región, y uno del Estado, procedente de Alicante.
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