Un conserje asesina a cuchilladas a una cuidadora en Molina

El centro de asistencia a personas con trastorno del espectro autista se convirtió ayer en la casa de los horrores. Sobre las 7.25 horas, una cuidadora que se disponía a incorporarse a su turno de trabajo descubrió en una habitación de las instalaciones el cadáver de su compañera Beatriz Ros García, de 31 años, y que habitualmente cubre los turnos de noche. Despavorida y sobrepasada por lo que acababa de ver, la mujer se disponía a pedir auxilio cuando se topó con otra imagen bestial: el cuerpo sin vida del conserje, José Antonio Jara García, de 48 años. Estaba colgando en el vestíbulo tras haberse ahorcado.

«Una carnicería», fue la expresión que emplearon fuentes próximas a la investigación para definir lo ocurrido en el centro de asistencia a personas con trastorno del espectro autista, situado en la carretera del Chorrico, a la altura del Parque de los Juncos de Molina de Segura. La trabajadora, de 27 años, está embarazada y tuvo que ser trasladada de urgencia a un hospital porque sufrió una crisis de ansiedad tras descubrir los cadáveres.

En ese momento, en las instalaciones solo estaba ella y unos cuantos usuarios autistas. La víctima estaba boca abajo, sobre un gran charco de sangre. La Policía Nacional confirmó a 'La Verdad' que el arma del supuesto autor de la agresión «era un cuchillo, que estaba en la habitación donde estaba la víctima», y que, presuntamente, le propinó varias puñaladas. Se confirmaba que se trataba de un crimen machista. El primero en la Región desde finales de 2015.

Tras perpetrar supuestamente la agresión, José Antonio, conocido en Beniel, su localidad natal, como 'El Jara', salió de la habitación y decidió quitarse la vida en el 'hall'. El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional se ha hecho cargo del caso y las diligencias las ha asumido el Juzgado de Instrucción número 4 de Molina. Los investigadores manejan varias hipótesis, una de ellas que se trate de un crimen pasional.

«Ya puedo morirme»

Cayetano Ros, padre de la víctima y exconcejal del Partido Popular, minutos después de que le comunicasen la tragedia colgó un tuit desolador en su cuenta personal: «Mi hija, 30 años y un hijo, ha sido asesinada esta noche en el trabajo. Ya puedo morirme».

Beatriz era la única hija de Cayetano Ros y Consuelo García, llevaba más de cinco años trabajando en el centro, como cuidadora, y desde el principio entabló amistad con el supuesto agresor. Dos familiares de la joven afirmaron a este diario que 'El Jara', diecisiete años mayor que ella, a raíz de esa amistad «estaba obsesionado con ella». Sentados en la acera y llorando sin consuelo, frente a la casa de los padres de la víctima, lamentaban que ella «nunca lo vio como una amenaza».

Los familiares estaban muy molestos con el centro y criticaron que José Antonio y Beatriz «no tenían que haber coincidido en el mismo turno». Esta es una de las cuestiones que tiene que aclarar la investigación, ya que fuentes del Ayuntamiento explicaron que al conserje «no le correspondía trabajar la noche y madrugada de ayer, sino que accedió con su llave a las instalaciones con el fin de encontrarse con Beatriz». El director general del centro de asistencia a personas con trastorno del espectro autista, José Manuel Santos, no quiso confirmar este hecho y se limitó a subrayar que «el caso está bajo secreto de sumario».

De momento, lo que sí ha trascendido es que durante el registro policial practicado a los coches de los fallecidos, un Kia y un Seat Ibiza que estaban aparcados en el centro, fueron hallados en el interior de ambos vehículos: silletas, una nevera y varios efectos que suelen emplearse para pasar un día de playa.

«Era retraído»

Desde principios de año, Beatriz había dejado de convivir con el padre de su hijo, de 4 años. Uno de los principales motivos de la separación podría ser la relación sentimental o de amistad que mantenía con su verdugo. En Beniel, los vecinos de 'El Jara' no daban crédito a lo sucedido: «Era retraído». Pero lo que más les llamaba la atención era que aparentemente estaba felizmente casado, y con un hijo de 13 años. «Era un matrimonio muy normal». El Ayuntamiento benielense ha convocado para hoy, a las 9.30 horas, un minuto de silencio para mostrar su repulsa a la violencia de género. La regidora, Mari Carmen Morales, tachó la agresión de «espeluznante» y se sumó «al dolor de ambas familias».

El Ayuntamiento de Molina de Segura celebrará hoy, a las 12 horas, una concentración en repulsa por lo sucedido. También decretó dos días de luto y está previsto que se guarde un minuto de silencio en el Pleno de esta tarde. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el jefe del Ejecutivo murciano, Fernando López Miras, expresaron sus condolencias y su repulsa por el asesinato de Beatriz.

La presidenta de Astrade, María Soledad Guerrero, aseguró que tanto los compañeros de los dos fallecidos como los familiares de los usuarios del centro «se sienten fuertemente impactadas por el suceso; todos están conmocionados».

Al cierre de esta edición, en la iglesia parroquial de la Asunción, en Molina, se celebraba una vigilia de oración «por el eterno descanso de Beatriz Ros». Los cadáveres de la víctima y del supuesto agresor fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal para practicarles la autopsia.

Este terrible episodio de violencia de género coincidió ayer con otros dos casos ocurridos en Madrid. Veintisiete mujeres han sido asesinadas en España en lo que va de año, nueve más que las registradas en todo 2016. Familiares de Beatriz se volvían locos de indignación ayer al recordar el último mensaje que había dejado en su cuenta de Instagram, quince horas antes de su asesinato: «Qué bonita es la vida».

«Mantenían una relación sentimental»

El delegado del Gobierno en Murcia, Antonio Sánchez-Solís, confirmó este lunes que ''ambos mantenían una relación sentimental, por lo que puede considerase que estamos ante un caso de violencia de género".

Según explicó el delegado del Gobierno, la investigación sigue abierta y en la mañana de este lunes la Policía Nacional está tomando declaraciones y practicando diligencias.

Sánchez-Solís recordó que en este caso no habían denuncias previas por parte de la víctima y señaló que no se pueden ofrecer por el momento más datos sobre la investigación.