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Zona afectada por la sequía en el pantano de Santomera.
La peor sequía desde 1694

La peor sequía desde 1694

Los doce meses entre julio de 2011 y el verano de 2012 fueron los más secos en España de los últimos tres siglos, según un informe que analiza el crecimiento de los árboles. El estudio se basa en los índices de precipitación y en la información de los anillos de los pinos, generados cada año «con más o menos grosor en función de las condiciones climáticas»

EFE

Domingo, 31 de julio 2016, 00:31

España, un país de pluviometría irregular, ha sufrido a lo largo de su historia intensos periodos de sequía, entre los que destacan los doce meses que van desde julio de 2011 a julio de 2012 en zonas del Sistema Ibérico y del interior peninsular. Esta, de hecho, es la etapa más seca de los últimos tres siglos, según una de las conclusiones más contundentes de un estudio que publica la revista 'International Journal of Biometeorology', liderado por el científico Ernesto Tejedor e investigadores de la Universidad de Zaragoza con el objetivo de radiografiar las sequías en España durante los últimos 318 años (1694-2012).

El informe también resalta que, desde finales del siglo XVII, se han producido 36 años «extremadamente secos» y 28 años «muy húmedos».

Para comprobar la evolución de los años de sequías se han estudiado los anillos de los árboles y el índice estandarizado de precipitación, explicó Ernesto Tejedor, autor principal del estudio. En el siglo XVIII sobresalen los años 1741 y 1726, en el XIX, 1879 y 1803, en el XX, 1931 y 1965 y en el XXI, el ya mencionado 2012. Del total de años analizados se han identificado siete periodos secos, en orden de gravedad, con una duración media de 11 años: 1798-1809, 1961-1972, 1744-1755, 1871-1882, 1981-1992, 1701-1712 y 1771-1782.

21 localizaciones

Para abordar la investigación, los especialistas recogieron un total de 336 muestras y estudiaron 45.648 anillos de crecimiento de 169 árboles de especies diferentes de pino: silvestre, negro, laricio y carrasco.El muestreo se llevó a cabo con árboles lo más longevos posibles a partir de 21 localizaciones en la provincia de Teruel y a una altitud media de 1.600 metros, apuntó Tejedor.

El especialista detalló que, aunque disponían de árboles de más edad, el estudio comienza en el año 1694 porque anteriormente no había suficiente recopilación de árboles longevos; es a partir de 1694 cuanto la reconstrucción es más sólida estadísticamente. Para comprobar la evolución de las sequías se recurrió a la dendrocronología, ciencia que establece la edad de un árbol y los cambios climáticos a los que ha estado sometido, mediante la medición de los anillos de crecimiento. «Es una fuente muy utilizada ya que tiene una resolución anual, es decir, cada año los arboles generan un anillo de un grosor más o menos grande en función de la condiciones climáticas de la zona, y en este informe, la variabilidad del grosor estaba relacionada con la precipitación». Hasta ahora, el estudio de la recurrencia y severidad de las sequías en España solo estaba documentada mediante la información proporcionada por la Agencia de Meteorología (Aemet) con datos desde mediados del siglo XX (1950 -2012).

Los anillos muestran muy bien los años húmedos y secos y en el informe, los datos reflejaban con gran exactitud la precipitación acumulada entre 1950 y 2012 lo que arrojó una correlación muy alta entre ambas fuentes.

Llegados a este punto, la actuación siguiente fue ejecutar un modelo de transferencia de datos que reconstruyera el índice de precipitación a lo largo de lo últimos 300 años. Esta investigación reveló la relación existente entre periodos extremos y cambios históricos y culturales catastróficos durante los últimos tres siglos. Por ejemplo, 1725 se conoce como el año sin cosecha en los Monegros, ya que las intensas sequías provocaban malas cosechas con graves consecuencias para la sociedad, indicó Tejedor.

Más años secos

El investigador señaló que los resultados corroboran lo que ya establece el Panel Intergubernamental de expertos en Cambio Climático de la ONU (IPCC, por sus siglas en inglés) en su último informe: el cambio climático puede provocar el aumento de la recurrencia de fenómenos extremos tanto de periodos de sequía como húmedos. A este respecto, indicó que la reconstrucción de la sequía, a partir de la dendrocronología, no puede prever eventos extremos pero si ayudar a validar escenarios de cambio climático futuro.

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