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El contratista de Cerro Colorado hinchó los costes y ocultó el doble precio de la tubería

Steegmann comentó que le habían obligado a comprar los tubos en Vitoria y pensaba resarcirse; varios cientos de miles de euros de la reclamación de la empresa no cuadraban

Manuel Buitrago

Miércoles, 22 de junio 2016, 11:28

El contratista Nicolás Steegmann dio instrucciones a uno de sus empleados para hinchar la liquidación de la primera fase de la canalización de agua desde el Cerro Colorado hasta los campos de Lorca. En una de las conversaciones intervenidas por la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO), en agosto del año pasado, el dueño de la empresa Altyum le dijo a su empleado cómo tenía que presentar las reclamaciones para poder cobrar. Le advirtió al mismo tiempo de que no debía aparecer por ningún lado «el doble precio de las tuberías». Comentó que le hicieron «comprar los tubos más caros». Se trata de la tubería que fue adquirida a una empresa de Vitoria, y no a la firma Noksel ubicada en Lorca, con el consiguiente sobrecoste, que se estimó en 200.000 euros.

Un sinfín de presiones

El gerente de Murcia quiso a un abogado a su lado

Las presiones y las negociaciones para liquidar el primer tramo llegaron a ser tan tensas que el delegado de Acuamed en Murcia, Jaime de Miguel, comentó a su jefa inmediata, Gabriela Mañueco, que tenía «sensación de inseguridad jurídica» y que le gustaría tener a un abogado al lado para la analizar las reclamaciones del contratista antes de elevarlo a la asesoría jurídica. De Miguel indicó que había unos cuantos cientos de miles de euros de cosas puestas con precios contradictorios. Gabriela le contestó que lo comentaría a solas con Arcadio Mateo. En otra conversación, el gerente territorial de Acuamed dijo que otra de las condiciones de la liquidación le parecía «una chorizada».

Altyum, antes Altec, ejecutó los 11 primeros kilómetros de conducciones desde la balsa del Cerro Colorado, con un contrato de 9,1 millones de euros. El director de proyectos, José Ramón González, que evitó la prisión con el pago de una fianza impuesta por el juez Eloy Velasco, comentó que la obra habría costado 7,5 millones de euros, y que podían haber ganado 1,5 millones, aunque dijo que estaba pendiente de la liquidación con Acuamed.

La investigación policial considera que el contratista logró finalmente que se le reconociera un 7% adicional, y que fue Steegmann quien le dijo a Arcadio Mateo lo que tenía que hacer. Entre otras cosas, propuso a la sociedad estatal que las reclamaciones «deberían meterse en tierras, recibiendo una zanja teórica y ya está». Como se sabe, Steegmann fue detenido en enero con la cúpula de Acuamed, y quedó en libertad bajo fianza meses después.

Cargarse al director de la obra

«El h.p. de R ha hecho una liquidación...»

Hubo muchas conversaciones con la cúpula de Acuamed de Madrid para liquidar el montante final, ya que el director de la obra, Ramón Jiménez Egea, no aceptó las cantidades que estaba proponiendo la empresa, los conceptos, los modificados y las compensaciones. Presentó una propuesta diferente. Eso le costó el puesto, ya que Arcadio Mateo lo destituyó al mes siguiente. Steegmann se vanaglorió después de que se lo habían «cargado». La situación llegó al punto de que el contratista, enojado, le dijo a su director de proyectos: «Lo que me suponía. El h.p. de R ha hecho una liquidación. Hay que preparar urgentemente una tabla con nuestra liquidación de un 7%».

A la hora de hacer la reclamación, pidió a un empleado que le mandara un correo con las mediciones del primer tramo sobrevaloradas. «...Hinchada... hínchala con argumentos y reclamaciones que tengamos que presentar». Añadió que el doble precio de la tubería, comprada a una empresa de Vitoria, «no debía aparecer» por ningún lado. El sobrecoste de la tubería, que pudo ser de 200.000 euros, era un asunto incómodo, hasta el punto de que el gerente de Murcia, Jaime de Miguel, se enfadó cuando lo supo. Steegmann se ufanó de que él había fichado en su día a De Miguel, por lo que suponía que le tenía estima y que le iba a dar la razón.

Otra reunión «con miedo»

La UCO cree que había «un 4%» de las tuberías

El director de obra represaliado se negó a firmar la liquidación, hasta el punto de que se apartó del acuerdo que tuviera Acuamed-Madrid en la compra de las tuberías a la empresa STS de Vitoria. La empresa contratista señaló que fue obligada a comprar los tubos a dicha firma del País Vasco. «Solamente el acuerdo es un 4%», dijo un empleado de Altyum. Los investigadores creen que Nicolás Steegmann tuvo que comprar la tubería en Vitoria, a cambio del 4% de la liquidación que pensaba facturar después como compensación.

Steegmann tuvo una reunión con Arcadio Mateo, Gabriela Mañueco y Jaime de Miguel el 15 de septiembre para tratar de zanjar la liquidación, según las diligencias de la UCO. Se extrañó y dijo que acudía «con miedo» porque después de cuatro años que llevaba en el cargo Arcadio era la primera vez que le había citado a través de la secretaria... «Vengo con el papel higiénico por si acaso o habéis cagado», dijo.

«El cabreo de Arcadio Mateo»

El ingeniero que se negó a firmar «seguía vivo»

Las represalias contra el director de al obra de Cerro Colorado son patentes en las conversaciones telefónicas. Por un lado, Steegmann cuenta que se había encontrado en una cafetería con Gabriela Mañueco, a la que dijo que no querían al ingeniero. Posteriormente, el 9 de septiembre del año pasado, el contratista se quejó a Jaime de Miguel de que Ramón Jiménez Egea «sigue vivo». El gerente territorial de Acuamed le contestó: «...Eso déjalo... que ya lo tengo hablado con Gabriela, lo sabe Arcadio. Y lo único que quiero buscar es el momento y que no me genere aquí un fuego justo cuando estamos cerrándolos...».

Al día siguiente, fue Mañueco la que llamó a De Miguel para decirle que no había cumplido las instrucciones de Arcadio Mateo para cambiar de puesto al director de obra. «Arcadio está muy cabreado contigo...» , le dijo. Mateo pensaba destinarlo a la sección de explotación y comentó que estaba enojado «por lo del Cerro Colorado, los líos del subcontratista y todo el rollo...» Arcadio tuvo un mal día porque había recibido un burofax del alcalde de Cieza, que no se ajustaba a lo que él le había pedido. De Miguel le dijo a su jefa que le «preocupaba bastante» Cerro Colorado.

Asimismo, Steegmann entregó la cabeza del director de proyectos de Altyum, José Ramón González, por exigencia de Mateo, quien dijo sentirse presionado por aquel para hacer la liquidación. «A ese supongo que lo echarás», le espetó.

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