Orihuela: «La Católica de universidad tiene poco, es un desastre»

La marea de fondo, más allá de la actuación de Ruano, se movía ayer entre el descontento y la indignación por el trato que recibe la Universidad Católica por parte del Gobierno regional. «Estamos hartos. Esto es un problema serio y difícil, y no podemos seguir haciendo lo mismo», se lamentó el rector, quien fue categórico al criticar que «la UCAM de universidad tiene poco. Es un desastre y hay que denunciarlo», dijo sumándose a las voces de los claustrales que pusieron en duda el rigor de las enseñanzas que ofrece. El rector también quiso poner en evidencia el hecho de que el Consejo Social ha quedado ya, tras las dos últimas sesiones a cuenta del voto de Ruano a favor de la UCAM, «fracturado; no conviene fracturarlo más, y pido prudencia».

Si el rector José Orihuela fue quien recogió la petición de dimisión de dos estudiantes para incluirla en el pronunciamiento oficial, fue también él, quien, tras escuchar a otros claustrales, decidió suavizar el planteamiento. «Se podría plantear la dimisión, pero para evitar el enfrentamiento, no se hará, y se reclamará un aviso, cordial pero duro. Por lo menos reprobar», explicó el rector ante el Claustro, que inusualmente no terminó en votación y delegó el pronunciamiento último a la mesa.