«Llegó un momento en que iba a ver a mi hija a escondidas al colegio»

A José Carlos Losada se le ilumina la mirada cuando se refiere a su hija. «Es la persona que más querré en la vida», recalca rotundo. Tras un tenso divorcio y pese a la oposición de su exmujer, un juez de Murcia acaba de otorgar a este profesor de la Universidad de Murcia (UMU), de 41 años, la custodia compartida de su pequeña, de seis años. Con esta decisión, el magistrado pone fin a muchos meses en los que Losada se tuvo que ceñir a un régimen de visitas restringido que le impedía, según explica, participar como quería en la crianza de la niña. «Ha sido un proceso muy doloroso como padre», lamenta. «Llegó un momento en que iba a ver a mi hija a escondidas al colegio».

El matrimonio de Losada se quebró en el año 2011, pero, según explica, en los primeros años él y su exmujer lograron una «convivencia armónica» que facilitaba las cosas. «Llevaba a la niña al colegio todas las mañanas, compartíamos opiniones...». En enero del pasado año, sin embargo, la decisión de su exesposa de acabar con esa tregua y fijar un «horario restringido» para sus visitas a la niña dio un giro a su vida. «Se me hundió el mundo», confiesa. «Pensé que se me escapaba de las manos, que perdería a mi hija».

Tras algunos intentos fallidos de mediación y después de consultar con numerosos abogados que le aconsejaron que diera la batalla por perdida, Losada decidió pelear en los tribunales lo que creía justo. Presentó una demanda de divorcio en la que reclamaba la custodia compartida de su hija. «No solicité la custodia exclusiva porque tenía claro que mi hija necesita una madre», explica. «Creo que los padres y madres debemos de tener siempre muy presente que la custodia es un derecho de nuestros hijos, no nuestro».

Pese a la oposición de la exexposa de este profesor, un juez de Murcia decidió el pasado enero otorgarle la custodia compartida -su exmujer ha recurrido esta resolución- después de que el equipo psicosocial del juzgado analizase su caso y emitiese un informe recomendádola. A día de hoy, Losada disfruta de su hija por periodos semanales. Cada jueves se traslada al domicilio de uno de sus progenitores y durante esa semana mantiene un contacto telefónico constante con el otro. «Ella sabe que tiene dos casas y sabe distinguir perfectamente», recalca. «Creo que es muy feliz».

Losada aplaude la «sensibilidad mostrada por la Judicatura» murciana y recalca que la custodia compartida «debería ser lo normal» en la actualidad. «Mis padres o mis abuelos tenían otra realidad social, pero eso ya ha cambiado», subraya. «Ellos no cambiaban pañales».