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Dos agentes impidiendo el paso a un vecino a una de las calles del cordón policial desplegado en el barrio de San José Obrero. :: i. sánchez/amg
Tres detenidos por la muerte del portero y un cliente de la discoteca Blue Diamond

Tres detenidos por la muerte del portero y un cliente de la discoteca Blue Diamond

La Policía Nacional cercó el barrio de San José Obrero con más de cuarenta agentes porque los sospechosos se habían atrincherado en un chalé

Jorge García Badía

Domingo, 23 de noviembre 2014, 01:29

La conocida como 'ciudad sin ley' de Alcantarilla se convirtió este sábado en un fortín. Decenas de policías por metro cuadrado. Cerca de cuarenta agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional, pertrechados con chalecos antibalas, fusiles recortados y arietes, comenzaron su silencioso desembarco en el Barrio de San José Obrero a las 9.30 horas de este sábado. Lo hicieron acompañados por efectivos de la Policía Local de Alcantarilla y Murcia, fijando un cordón policial a lo largo de las calles Terminación, avenida de San José Obrero y San Marcos. Una tela de araña en torno al chalé que un miembro del clan de 'Los Pijetes' tiene en la calle San Mateo, donde se escondían tres de los cinco presuntos implicados inicialmente en la noche de alcohol, drogas y muerte, que el pasado viernes acabó con la vida de un cliente y del portero del disco-pub Blue Diamond del Polígono Oeste.

  • Primera llamada al 091

  • Viernes

  • Alertan a la Policía Nacional de que hay un grupo insultando a las camareras.

  • Segunda llamada al 091

  • Viernes

  • Denuncian que los clientes expulsados han regresado y escuchan disparos.

  • Localizan el Mercedes

  • Sábado

  • Los agentes localizan el Mercedes de los sospechosos en San José Obrero.

  • Detenciones

  • Sábado

  • José Luis 'El Pijete' y 'El Federo' salen del chalé tras horas atrincherados.

«¡Sal ya!». Era lo que le gritaba una vecina y familiar del conocido como clan de 'Los Pijetes', a los tres individuos atrincherados en el chalé. La mujer era consciente de que no tenían escapatoria, ya que había hasta agentes apostados en una azotea.

Además, durante la sangrienta madrugada la Policía Nacional se movió tan rápido que logró detener a dos de los supuestos implicados en el suceso y a las ocho de la mañana habían localizado el Mercedes blanco en el que se dieron a la fuga logrando burlar algunos controles policiales, como el desplegado cerca de la fábrica Hero.

El coche, que había sido filmado por cámaras de vigilancia del Polígono Oeste y cuyas grabaciones obraban en poder de la Brigada de Homicidios, pasó la noche del viernes oculto en un garaje de la avenida San José Obrero. Un negociador de la Policía Nacional trató de hacerles entrar en razón, incluso contó con la mediación de un familiar -'El Pelotas'- ante el temor de que estuviesen armados y sin pegar un ojo en toda la noche consumiendo alcohol y drogas.

Durante más de cuatro horas ningún vecino pudo acceder a su domicilio si éste estaba dentro del cordón policial, salvo contadas excepciones y enseñando previamente el carné.

La tensión vecinal se mitigó a las 13.25 horas, al salir esposado 'El Federo'. «¡Mama, se lo llevan!», «¡Mama!». Solo los gritos y alguna lágrima rompían el silencio contenido hasta ese momento. «¡No te preocupes mama, que se va con los 'polis'!». 'El Federo' salió con la cara alta y sin perder de vista a vecinos y periodistas. Pero el desfile de detenidos todavía no había terminado, ya que los agentes aprovecharon el desconcierto para sacar simultáneamente a otro detenido -por otra calle- para evitar más tensión.

«Estamos 'pasmaos' con tanta Policía», subrayaba desde el anonimato una vecina de la calle San Marcos, a la espalda del chalé controlado por los agentes. Aunque reconocía que «sabíamos que habían venido por lo del tiroteo».

Los vecinos de San José Obrero sabían lo que pasó en el Blue Diamond ya que apenas unas horas después del suceso ocurrido el pasado viernes, tal y como pudo comprobar un equipo de 'La Verdad', no había ni un alma por las calles del barrio ni las habituales hogueras que suelen encender cada noche.

Camareras solo para ellos

Lo que la madrugada anterior era un secreto a voces se confirmó cuando uno de los cabecillas del clan, José Luis 'El Pijete', a las 13.36 horas, abandonaba esposado el chalé. La resaca del sábado trajo consigo cinco detenciones, de las cuales, dos afectaban a 'Los Pijetes'. Las principales sospechas como autores materiales de los disparos, según fuentes próximas a la investigación, recaen presuntamente sobre José Luis 'El Pijete' y 'El Federo'.

La Policía Nacional tiene la certeza de que solo uno de los detenidos empuñó el arma. Todo ello atendiendo a cómo se desarrollaron los hechos, cuando a las 22.15 horas del viernes, desde la disco-pub Blue Diamond telefonearon a la Sala del 091 de Alcantarilla: «Hay entre seis y ocho personas, de etnia gitana, molestando a las camareras». Hasta allí se desplazó una patrulla, pero al llegar al Polígono Industrial Oeste los ahora detenidos se habían marchado.

Al parecer, el dueño del local, Jesús O., conocido como 'El Manco', explicó a los agentes que «han insultado y amenazado a los trabajadores». Cuando parecía que la cosa había quedado en un encontronazo, a las 22.39 horas, hubo una nueva llamada: «Oye que están otra vez aquí, están discutiendo». No se supo más del interlocutor porque los agentes empezaron a escuchar gritos y disparos. Solo habían transcurrido 24 minutos desde que habían sido expulsados del local, cuando los detenidos supuestamente decidieron regresar con un arma y abrir fuego sin piedad. El origen de todo fue la discusión que mantuvieron con los dueños del local tras coger un reservado de la sala, comprar unas botellas para atiborrarse a copas y pasar una noche de juerga, exigiendo a los dueños que debían tener camareras en exclusiva para ellos.

Iban «superborrachos»

«Han empezado a pedir botellas y de 'to' y se han puesto 'to' ciegos, pero superborrachos. Y a mí y a otra nos estaban pidiendo de camareras, para que estuviésemos con ellos toda la noche», relató tras los disparos una de las chicas que trabaja en el local. «Entonces el hijo del dueño les dijo que eso no podía ser así, que nosotras teníamos que trabajar con más clientes y entonces empezaron a dar por culo, a amenazar, y el portero los ha sacado para afuera».

En ese lapso de tiempo entre que se produjo la primera llamada y la visita policial, nada hacía presagiar su sangrienta venganza porque no llegaron a las manos, solo hubo una discusión y posterior desalojo de la sala. «Le han metido un puñado de tiros al portero (...)» «¡Flipa! (...)» «Yo he cogido servilletas para taponarle las heridas al portero».

Por desgracia, Carlos Jesús M.P., español de 25 años, con domicilio en Torrevieja, recibió a quemarropa, en el pecho, entre cuatro y cinco impactos de bala. A pesar de su gran corpulencia solo pudo caminar desde la puerta hasta el interior del local donde terminó desplomándose.

Era su primer día de trabajo en la sala. «Carlos está muerto, cuatro tiros, en el corazón, el pulmón...», relataba Sandra, otra camarera. Lo hacía mientras las lágrimas extendían el rimel por su inocente rostro. «Iban bebidos. El portero ha actuado con educación, el zagal no se merecía esto. ¡Son las desgracias de la vida!». Pero no fue la única víctima de la noche. En el momento en que los detenidos fueron a vengarse supuestamente del portero por su desalojo, se disponía a entrar al local el empresario Pedro R.S., al que le alcanzaron dos disparos en el costado.

Este vecino de Murcia, de 53 años, solo pretendía tomarse una cerveza tras una larga jornada de trabajo en la empresa Pedro Ruiz Acumuladores del Polígono Oeste. Perdió la vida cruelmente, por estar en el lugar y la hora equivocada. Su hermano, Fernando, a un lado del cordón policial, a la espera de que sacasen el cadáver del empresario no paraba de repetirse: «Venía con un amigo, a tomarse una cerveza y le han pegado varios tiros».

Dos detenidos en libertad

Los casquillos de bala, entre 10 y 11, obran en poder de la Brigada de Homicidios. Los cuerpos de las dos víctimas que cayeron desplomadas en el interior del local, permanecen en el Instituto Anatómico Forense. Tras las detenciones de este sábado y la toma de declaración de las camareras del local en las instalaciones policiales de Sangonera la Verde, los agentes están esperando a recibir autorización judicial para practicar varios registros para tratar de recabar pruebas, como la ropa que llevaban los detenidos la noche del suceso.

El objetivo es determinar si existen en las prendas partículas del fogonazo que generaron los disparos. Por ahora, la Policía se ha incautado de marihuana. A última hora de la noche de este sábado fueron puestos en libertad dos de los cinco detenidos, quedando en la Jefatura de Murcia: José Luis 'El Pijete', 'El Federo' y Mariano. Fuentes policiales indicaron que a lo largo de la madrugada se despejarían dudas, dejando a uno de los tres detenidos en libertad y dos en los calabozos: uno como autor de los hechos y otro acusado de encubrimiento.

El Mercedes está custodiado en el depósito y la sala sigue cerrada al público. El eslogan con el que se promocionaba el Blue Diamond es «Copas, música y muchas risas». Pero las sonrisas se han convertido en lágrimas de tragedia, dolor y luto.

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