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Un impostor en la consulta
PERFIL

Un impostor en la consulta

Eduardo Gutiérrez Calderón Maestro y falso médico

Javier Pérez Parra

Lunes, 20 de octubre 2014, 13:31

Puso en riesgo la salud de sus pacientes durante años, y lo hizo gracias a la falta de controles en el Servicio Murciano de Salud y a la descoordinación entre varias consejerías y el Colegio de Médicos. Su sorprendente impostura ha quedado al descubierto gracias a los profesionales del ambulatorio de Aljucer, su último destino, que dieron la voz de alerta el pasado mes de julio. Pero Eduardo Gutiérrez Calderón sigue siendo, a día de hoy, un misterio. ¿Quién es este maestro de profesión de 58 años que un día decidió falsificar el título de Medicina para pasar consulta, y del que no hay rastro desde que fue desenmascarado?

Se sabe que procede de Cartagena, que es soltero y no tiene hijos, y que a finales de los años 80 fue incluido en la bolsa de interinos de la Consejería de Educación como maestro de EGB. No consta que su diplomatura en Magisterio sea falsa, pero ya ha quedado acreditado que sí era una burda falsificación el título de licenciado en Medicina por la Universidad de Murcia (UMU) con el que se presentó el día 29 de noviembre de 2007 en la sede que el Colegio de Médicos tiene en Cartagena. El documento había sido «confeccionado ex novo por el acusado», según señaló el juzgado de lo Penal número 1 de la ciudad portuaria cuando lo condenó en junio de 2011 por estos hechos a seis meses de trabajo en beneficio de la comunidad. Gutiérrez Calderón llegó a imitar la firma del anterior rector, José Antonio Cobacho.

El engaño no coló en el Colegio, que lo llevó a los tribunales, pero sí en el Servicio Murciano de Salud (SMS), que lo estuvo contratando entre 2007 y 2009 para cubrir guardias en varios centros de salud del área del Noroeste, según la información facilitada por la Consejería de Sanidad. Durante ese tiempo, trabajó sobre todo en Bullas, mientras los responsables del SMS eran completamente ajenos a la denuncia presentada por el Colegio.

Eduardo Gutiérrez no es el típico timador encantador de serpientes, como podría sospecharse. «Caía mal a la gente», sostiene Miguel Hernández, funcionario del área de salud del Noroeste que lo conoció en aquella etapa . «Lo recuerdo como un embustero patológico. Tuve muchas conversaciones con él. Si le decías que te gustaba escribir, te contaba que había ganado un concurso de poesía. Si jugabas el tenis, el había participado en torneos. Nadie se creía nada de lo que decía», explica. Su comportamiento como profesional resultaba llamativo para algunos, aunque nadie llegó a sospechar que se había inventado directamente la titulación en Medicina. «Siempre estaba en el ordenador consultando síntomas», cuenta Hernández. No es algo que resulte sorprendente si se tiene en cuenta que, según la UMU, ni siquiera llegó a matricularse en la carrera. Si llegó a estudiar algún curso en alguna otra facultad, es algo que no consta.

Eduardo Gutiérrez se presentaba ante sus compañeros como médico, psicólogo y maestro de Ciencias. Esto último era cierto. El falso médico ha cubierto interinidades como docente en media Región: Los Alcázares, La Unión, Cartagena... En 2008, trabajó en el IES Pedro Aguilera de Moratalla. «Creo recordar que estuvo mes y medio por aquí. No tuvimos problemas con él», explica su director a 'La Verdad'. La versión de la Consejería de Educación es muy distinta, porque según admite este departamento, Gutiérrez Calderón faltó a clase bastantes veces, lo que motivó un expediente. El falso médico presentó justificantes de aquellas bajas, pero el inspector descubrió, para su sorpresa, que el investigado compaginaba su profesión de docente con el trabajo esporádico en centros de salud, algo legalmente incompatible

En 2009, Gutiérrez fue destinado al IES Jiménez de la Espada, en Cartagena, pero no acudió. Del 28 de septiembre al 30 de noviembre estuvo cobrando sin asistir, por lo que Educación le reclamó 3.493 euros que solo recuperó gracias al embargo de las cuentas por parte de la Agencia Tributaria. El falso médico había desaparecido sin dejar rastro ni dirección conocida, exactamente lo mismo que ha ocurrido ahora.

Al parecer, se marchó a Andalucía y estuvo trabajando en el centro de salud de Almonte, en Huelva. Engañó por tanto también al Servicio Andaluz de Salud. Más aún, en junio de 2011 fue admitido a unas oposiciones de médico de atención continuada en Extremadura, lo que significa que su título se dio también por bueno en aquella comunidad. La Consejería de Salud extremeña no ha aclarado todavía a este periódico si llegó a contratar a Gutiérrez Calderón en alguna ocasión.

En 2013, y según el SMS, el presunto falso médico volvió a ser contratado en la Región, de nuevo en el área del Noroeste. Había sido condenado en 2011 tras la denuncia del Colegio de Médicos por falsificar el título, pero Sanidad nunca se enteró y Gutiérrez se enfundó con desparpajo su bata blanca y se puso a ver pacientes. «Por el hospital de Caravaca vino un día diciendo que había estado formándose en Houston», recuerda Hernández.

Pero a su impostura le quedaba poco. El pasado 7 de junio, fue contratado por la gerencia del área 1 de salud (Murcia oeste-La Arrixaca) para cubrir una baja en el centro de salud de Alhama de Murcia. El 14 de julio, trabajó en el consultorio de Guadalupe, y del 21 al 31 de julio ejerció en Aljucer. Allí, los médicos dieron la voz de alerta. «Era un desastre con los tratamientos: ponía medicación que ya no se utiliza, cambiaba las pautas a los pacientes crónicos y prescribía fármacos que no estaban indicados», cuenta una profesional que este verano coincidió con él.

El Colegio de Médicos, tras constatar con la Universidad de Murcia que Gutiérrez seguía sin sacarse el título y tras comprobar que no estaba colegiado en ninguna provincia de España, acudió a la Fiscalía y destapó el escándalo el pasado 2 de octubre. La noticia pilló con el pie cambiado a Sanidad, que había suspendido el contrato del presunto falso galeno en agosto, pero todavía no había interpuesto denuncia. Según explicó la Consejería, no disponían de la confirmación por escrito por parte de la UMU de la falsificación del título.

'La Verdad' ha intentado localizar a Gutiérrez, pero el maestro aficionado a la medicina no da señales de vida. Como ya ocurrió en 2009, no hay rastro suyo en las direcciones y teléfonos que ha ido facilitando en los últimos años en sus lugares de trabajo. Ahora, sin embargo, se enfrenta a una acusación muy seria. Ya no es, como en 2011, una mera falsificación de documento público. Tendrá que dar cuentas de su ejercicio presuntamente fraudulento de la medicina. Sanidad asegura que no tiene constancia de quejas de pacientes ni de negligencias. Pero es probable que algunos de quienes pasaron por su consulta hayan empezado a atar cabos. El escándalo, que ha ido desvelando 'La Verdad' en las dos últimas semanas, puede ofrecer todavía nuevas sorpresas.

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