Intentan quemar la casa de un concejal con él y su familia dentro

La casa del concejal de Obras y Servicios del Ayuntamiento de Cieza, Fernando Tamayo, hijo del alcalde de la ciudad y esposo de la exconcejal de Urbanismo, Concha Marín-Blázquez, fue atacada la pasada madrugada cuando, en torno a las 2, uno o varios desconocidos, no se ha confirmado todavía el número, prendieron fuego a una de las ventanas de la casa que quedó prácticamente calcinada.

Marín-Blázquez, ha manifestado que toda la familia sigue aún conmocionada. Estamos vivos de milagro. La suerte fue que Fernando se despertó, de lo contrario, ahora mismo, mis dos hijos pequeños, mi madre y nosotros dos estaríamos muertos, ha comentado.

Por su parte, la portavoz del Gobierno municipal, María José García Parra, ha condenado los hechos. En nombre del equipo de gobierno quiero condenar esta acción injustificable e infame que ha puesto claramente en riesgo la integridad física de estas personas. A nuestro juicio, estos hechos son fruto del odio y el radicalismo que se están instalando en una parte de la sociedad. También me gustaría hacer una llamada a la reflexión, sobre todo para que se rechacen este tipo de comportamientos y que no se alienten las palabras y las acciones que los fomentan.

El matrimonio y sus dos hijos de cortísima edad se encontraban durmiendo dentro del domicilio, cuya entrada principal da a la calle Buitragos, aunque la ventana quemada se encuentra en la calle Empedrá. Según fuentes cercanas al suceso, fue poco después de las dos cuando el concejal se despertó por efecto del humo. Él y su esposa intentaron salir de la casa para poner a salvo a los niños, pero el denso humo había llenado prácticamente todas las estancias de la vivienda y les impidió ganar la puerta de salida, por lo que se vieron obligados a refugiarse con los pequeños en un balcón para evitar una tragedia por efecto del monóxido de carbono.

Fueron agentes de la Policía Local los que acudieron en su auxilio y lograron sacar a la familia a la calle evitando que la vida de sus miembros siguiera corriendo peligro.

La policía judicial de la Guardia Civil se está encargando de realizar la investigación. A falta de confirmación oficial, todo apunta a que fue una acción premeditada y amparada en la noche. Todo parece apuntar a que la ventana fue rociada previamente con gasolina u otro líquido inflamable y luego le prendieron fuego.