Gran Hermano 12: Dámaso, expulsado, vuelve a casa "más gay cada día"

Dámaso entró en Gran Hermano como un ex seminarista coplero, conservador y muy formal. El concursante ha dado un cambio radical durante su estancia en el programa y sale como gay confeso, con un nuevo look más moderno y, sobre todo, muy liberado.

Durante su entrevista con Mercedes Milá, Dámaso se ha mostrado muy tranquilo y agradecido con la expulsión. En los últimos días se le ha hecho muy difícil la convivencia y ha llegado a expresar en más de una ocasión sus ganas de volver a casa.

Según ha confesado, su momento más difícil dentro de Gran Hermano fue su salida del armario. Para Dámaso ha sido muy angustioso confesar su homosexualidad en público, ya que su familia todavía no lo sabía. Antes de entrar en el programa le dijo a su madre que era bisexual y no sabía como reaccionaría al enterarse por televisión de que es "gay del todo". Para su tranquilidad, la organización del programa preparó un vídeo donde su madre le dejaba muy claro que su familia se había tomado bien la noticia y que sólo les importaba su bienestar. Ya en el plató, bromeaba sobre este tema, afirmando que quiere ser "más y mejor gay cada día".

Una vez le quitaron ese peso de encima, Dámaso comenzó a mostrarse mucho más integrado entre sus compañeros de Gran Hermano, llegando incluso a confesarle a Marcelo que él le gustaba. El malagueño no se lo tomó del todo bien y a partir de ese momento se distanció de él y llegó a llamarle "locaza", algo que le sentó muy mal porque no sabía cómo podrían estar tomándose en su entorno la noticia de su homosexualidad.

En su despedida, Dámaso tuvo buenas palabras para todos los concursantes y quedó como un caballero. El público le despidió como tal, con un cálido abrazo que no se le olvidará fácilmente a uno de los concursantes más nobles que han pasado por Gran Hermano.

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