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Sencillez. Evedasto se mueve en moto por las calles de Murcia. :: M.BUESO
Cómo dejar de ser millonario
Voleibol

Cómo dejar de ser millonario

Su apuesta testaruda por el voleibol femenino le ha salido muy cara a Evedasto. Se ha visto obligado a hipotecar algunas de sus propiedades y ha tenido que devolver un Maserati Del Maserati a las dos ruedas. El empresario de Barinas Evedasto Lifante se ha gastado entre el fútbol y el voleibol más de 19 millones de euros en los últimos cinco años

JOSÉ OTÓN

Domingo, 31 de enero 2010, 10:21

Me gusta llegar a lo más alto allí donde entro», afirmó Evedasto Lifante en marzo de 2007. Dueño de una cantera de mármol, cuya explotación tiene arrendada, se convirtió en uno de los empresarios murcianos más prósperos. Cuando se vio con los bolsillos llenos decidió dar un paso más en su consagración como gran magnate y se compró un club deportivo. La peculiaridad es que apostó por el voleibol femenino, un deporte que apenas genera beneficios y del que prácticamente nunca había visto un partido. En los últimos cinco años se ha gastado 19 millones de euros. Aclara que no es que sea pobre, pero sí reconoce que tuvo que devolver al concesionario un Maserati que le había costado casi 250.000 euros y que ha tenido que hipotecar su casa para hacer frente a los pagos de las nóminas de sus jugadoras.

Evedasto tiene 43 años. Su estrella se ha apagado en los últimos meses, pero llegó a lucir intensamente cuando decidió comprar un equipo de voleibol femenino. Era el año 2005 y empezaron sus grandes desembolsos. En su primera temporada, el Grupo 2002 Murcia, nombre del equipo, quedó tercero. Entonces decidió fichar a la mejor jugadora del mundo, la rusa Liubov Kilic. Le costó 600.000 euros, tres veces el presupuesto anual de la mayoría de los equipos.

Pero lo deportivo era lo de menos en el descomunal montaje que preparó en el Grupo 2002. En Barinas, localidad natal de Lifante, construyó dos chalés para la concentración del equipo, con piscina y otras facilidades y con capacidad para 60 personas. El equipo viajaba en un autobús de 528.000 euros y en su presentación actuaron los ganadores de Operación Triunfo.

El voleibol siempre le ha costado dinero a Evedasto. No sólo por lo que vale, sino por los caprichos que se daba cuando viajaba con las chicas. Por ejemplo, en 2005 tuvo la corazonada de que la lotería tocaría en Monforte de Lemos, donde jugaban, y se compró todos los décimos: unos 500. Al ritmo de las versiones de 'We Will Rock You' y 'Life is Life' recreadas con letra propia para el equipo, Evedasto Lifante confíaba en hacer historia.

Su apuesta testaruda por el voleibol le ha salido muy cara. Hasta el punto de haber tenido que hipotecar sus propiedades o dejar de disfrutar de su Maserati para cambiarlo por una moto nada espectacular. El empresario de Barinas, desde que desembarcó en el deporte murciano hace casi seis años, ha gastado más de 19 millones de euros. Tal cual. Y sin ninguna contraprestación.

También ha intentado triunfar en el fútbol. En su primera temporada como dueño del Ciudad de Lorquí, hace dos años, Evedasto se presentó una mañana en el entrenamiento con la escritura de su casa y las llaves de su coche para ponerlas como aval ante un grupo de jugadores a punto de plantarse tras meses sin cobrar: «Soy tan bueno que la gente ve en mí una persona a la que engañar», comenta.

Amor a Barinas

Evedasto llegó a ser vicepresidente en la directiva de Quique Pina en el Ciudad de Murcia, pero si hay algo que no ha perdido en los últimos cinco años, es su amor por Barinas, su pueblo. Y lo ha demostrado con hechos. En su segunda temporada al frente del voleibol ponía cada jornada a disposición de sus vecinos autobuses gratuitos desde el pueblo hasta el pabellón Príncipe de Asturias, donde jugaba su equipo. En la final de liga de esa temporada reunió a 3.000 aficionados en el pabellón, llegó a sortear un coche y contrató a la participante de 'Operación Triunfo' Soraya para actuar en el descanso. Además, invitó a cerveza y bocatas y regaló camisetas a todo el que pasara por allí: «Mi única intención era enganchar a la gente al voleibol». Su despilfarro fue a más y así, en su segunda temporada al frente del voleibol femenino, fletó de su propio bolsillo un vuelo chárter a Tenerife (compartió cabina con el comandante y hasta se dirigió al pasaje) cargado de vecinos de Barinas para presenciar dos partidos de la final de Liga a Tenerife. Con comidas y todos los gastos de hospedaje pagados y con un coste para su bolsillo de más de 100.000 euros: «Era un premio y el club lo pagó todo», dijo el empresario.

Esta temporada no puede alinear a las extranjeras por tener deudas impagadas del año pasado y en el fútbol parece que se han calmado las cosas después de que la pasada temporada el Atlético Ciudad estuviera al borde del precipicio por lo salarios pendientes que tenían los jugadores y que ascendían a algo más de 700.000 euros. Tan preocupante llegó a ser la situación, que el presidente del Ciudad no se cortó un pelo a la hora de acudir al despacho José Miguel Monje Carrillo, presidente de la Federación Murciana de Fútbol, a pedirle más tiempo para poder reunir el dinero para hacer frente a los pagos y poder competir este año.

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