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La mezzosoprano María José Montiel, madrileña de padre natural de Abarán, interpretará 'Carmen', de Bizet, el sábado en el Auditorio Víctor Villegas. José Miguel Rodilla dirigirá a la Orquesta Sinfónica de Murcia. :: OSKAR CECERE
«No llevo una navaja escondida en la liga»
María José Montiel, Mezzosoprano

«No llevo una navaja escondida en la liga»

Tras triunfar con 'Carmen' en medio mundo, canta el sábado la ópera de Bizet en Murcia, por primera vez en España

ANTONIO ARCO

Miércoles, 27 de enero 2010, 10:22

Llueve. Paseo cancelado. El día es muy triste, pero María José Montiel -la adoran desde Plácido Domingo a Riccardo Chailly- aparece con una sonrisa que ilumina por sí sola la cafetería desierta del hotel donde vive estos días la mezzosoprano, de madre madrileña y padre de Abarán, a punto de hacer realidad un sueño: cantar en España, por fin, 'Carmen', la ópera con la que ya ha triunfado en medio mundo. Lo hará el sábado -no quedan entradas desde hace meses- en el Auditorio Víctor Villegas de Murcia. Su Carmen enamora a todo ser vivo que se pone por delante, mitad loba y mitad ángel, carne palpitante sobre un fondo de alma libre. Nada de españolismo 'kitsch', nada de tópicos desatados. «No tema, no llevo una navaja escondida en la liga», dice. Habrá momentos en los que cambiará, durante la entrevista, la sonrisa por lágrimas. Silenciosamente...

-¿No le ponen triste los días fríos y lluviosos?

-Intento que no. Soy una persona muy alegre, pero tengo una parte dentro de mí que tiene muy presente que la vida es también una tragedia. Aunque esté normalmente muy sonriente, muy alegre y muy cariñosa, soy muy consciente de que la vida es muy dura; es cierto que si te planteas si después de esta vida se acabará o no todo, puede quedarte la sensación de que, si la muerte es el final, esto es en el fondo una tomadura de pelo.

-Dice usted que suele «escarbar» bastante en sí misma.

-Es lo que hago, sí. Intento hacer todo lo que puedo una labor de introspección conmigo misma para saber por qué reacciono de una forma u otra ante las cosas; me interesa mucho mejorar más y más como persona, y eso lleva su trabajo. Pienso mucho, a lo mejor demasiado.

-¿Se gusta como persona?

-No soy de las que dicen eso de 'no cambiaría nada de lo que he hecho hasta ahora'. Yo sí que cambiaría muchas cosas de mi vida, claro que sí. Pero me gusta como soy como ser humano, sí. Cometo muchos errores en mis comportamientos, pero mi alma no la cambiaría.

-¿Cómo es usted?

-Profundamente emotiva y cariñosa. Tiendo a dar cariño, para bien y para mal así es mi naturaleza; y la asumo.

-¿Se siente correspondida?

-Sí, sí, me siento muy querida, y ¡por favor que eso no cambie!

-¿Le ha dado la vida algún que otro guantazo?

-Varios guantazos; la vida me ha dado varios buenos guantazos, pero prefiero no regodearme en el dolor que te provocan, en las heridas.

-¿Tiene todavía algunas abiertas?

-Pues...; he perdido a seres muy queridos, y he tenido una situación en mi vida muy difícil, muy dolorosa y muy dura de superar. Pero... prefiero no hablar de ello, si no le importa.

-Por supuesto que no.

-También en lo profesional la vida me ha dado algún que otro golpe muy duro, lo que pasa es que tengo un grandísimo tesón y no dejo de creer en mí. Gracias a eso y a mi familia, que me ha dado siempre y me sigue dando tanta fuerza, he seguido adelante. Yo me considero una corredora de fondo, no soy para nada una persona que de pronto ha sido un gran descubrimiento. Llevo estudiando, y trabajando a la vez, desde muy jovencita, así es que estoy agradecida de todo corazón a la gente que me ha tendido una mano. Y ahora me han tendido una por la que estoy especialmente agradecida.

-¿Cuál?

-He cantado 'Carmen' en medio mundo con un gran éxito, y en España aún no lo había hecho. Por fin la podré cantar en España, aquí en Murcia, y estoy muy feliz, de verdad que me siento muy feliz. He hecho mi carrera con mi sangre, sudor y lágrimas, y también con mi alegría, mi entusiasmo y mis ganas de cantar.

-¿Qué tiene usted de Carmen?

-Algunas cosas, la verdad. Como ella, soy muy luchadora en un mundo de hombres. Hoy, las mujeres seguimos viviendo en un mundo dominado por los hombres, lamentablemente. Y, por ejemplo, soy buena compañera de mis compañeros, y buena amiga de mis amigos. Además, temperamento tampoco me falta, lo tengo muy fuerte cuando hay que tenerlo.

-¿Es usted enamoradiza?

-No, no soy muy enamoradiza. Necesito enamorarme muy profundamente y muy de verdad.

-¿Cómo 'de verdad'?

-Pues... he estado casada toda la vida, mi marido y yo nos divorciados hace más de un año y medio y... no he vuelto a enamorarme, no.

-Vaya. Le deseo que esté bien.

-Son cosas que pasan. Nos hemos querido mucho, muchísimo, de verdad que ha sido estupendo durante años...; pero, al final, no sé, no nos entendíamos, dejamos de entendernos, no sé por qué...

-Carmen parece no poder vivir sin estar, a su manera, enamorada, ¿no?

-De Carmen no sabemos ni siquiera si ha sabido lo que es tener la ternura de una madre, no lo sabemos. Se enamora profundamente de Don José, por ejemplo, lo que pasa es que en cuanto éste empieza a complicarle un poco la vida, ella se desenamora de él. Lo que pasa es que, en general, las mujeres no les decimos a la primera 'ahí te quedas' a los hombres que empiezan a complicarnos la vida.

-Ni a la primera, ni a la segunda...

-¡Ni a la tercera, ni a la cuarta, y muchas no se lo dicen nunca! Carmen no es así, para ella el amor tiene que durar sin que se pierdan la pasión y la alegría.

-Comenta usted que tanto Carmen como, por ejemplo, la duquesa Federica de 'Luisa Miller', otro de sus grandes éxitos, son víctimas del machismo. ¿Ve hoy mucho machismo en la sociedad?

-Sí, muchísimo. Es una lacra contra la que debemos seguir luchando. Aunque nosotras poco a poco vamos cogiendo más y más fuerza, el mundo sigue siendo todavía de los hombres.

-En su vida personal, ¿es tan disciplinada como en el trabajo?

-Sólo hasta cierto punto. No soy una persona que planifique mucho las cosas. Por ejemplo, no planifico viajes a largo plazo, ni tengo completamente estudiado lo que voy a hacer, ni vivo obsesionada por el mañana. Me dejo mucho llevar por mi intuición, y procuro llevar una existencia relajada.

-¿Qué tipo de gente no le interesa nada?

-No me interesa nada la gente cuya única aspiración es enriquecerse en la vida, o las personas que son capaces de todo por estar arriba.

-¿Qué le da miedo?

-Mi muerte no, por ejemplo. Pero la enfermedad sí que me da miedo, y perder a las personas muy cercanas a mí; eso me da terror, la muerte de las personas allegadas es lo peor, lo peor...; que se muera alguien que para ti es como una hermana, sentir que se te cae el mundo encima, que el dolor se apodera de ti...; lo siento (se transforma en un mar de lágrimas; silencioso...).

-Hablemos de algo más alegre. ¿Cuál es el mejor recuerdo que tiene de sus interpretaciones de la ópera de Bizet?

-Cuando debuté con 'Carmen' en Pisa, en 2002, fue impresionante. Recibí una respuesta del público que fue como un estallido de fuegos artificiales. Inolvidable.

-Y la producción de 'Carmen' que se verá en Murcia, ¿qué tal?

-Me parece bellísima y maravillosa. Es una producción clásica y elegante que no cae, para nada, en el españolismo 'kitsch'. La concepción de los personajes está muy bien trabajada; la Orquesta Sinfónica de Murcia, que dirige el maestro José Miguel Rodilla, suena maravillosamente; y de verdad que todos mis compañeros, todos españoles, están estupendos.

-¿Su Carmen enamorará a hombres y a mujeres?

-Espero que sí. Dicen que hago una Carmen muy personal, y desde luego que me propongo, más que seducir al público, que también, emocionarlo. Quiero hacer una Carmen con carácter, pero no quisiera resultar ni agresiva, ni llena de soberbia. Me propongo resaltar su lado humano y femenino. Estoy segura de que esta producción va a emocionar mucho al público de Murcia.

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