

Secciones
Servicios
Destacamos
ROCÍO GONZÁLEZ |
Lunes, 4 de enero 2010, 10:26
¿Cuáles son sus propósitos para 2010? Muchos contestarán que hacer deporte o dejar de fumar. En cambio, las Hermanitas de los Pobres se han propuesto como meta para este año y también para el que viene conseguir nueve millones de euros. Es la cantidad que necesitan para rehabilitar el Asilo de Ancianos, en el barrio de La Concepción. Y es una cantidad de la que, a pesar de las colectas que se han realizado durante los últimos meses, aún están lejos. Pero afirman que llegarán a ella, si obtienen la ayuda desinteresada de todos los cartageneros.
Ya queda menos para que los albañiles, fontaneros y pintores modernicen la residencia de ancianos y la conviertan en un lugar más acogedor para las personas acogidas. Aún se desconoce cuándo empezarán las obras, pero el proyecto de reforma está listo y según las hermanas, en cuanto obtengan el permiso de obra comenzarán.
Por el aspecto actual, el inmueble parece estar deshabitado desde hace años. No hay rastro de muebles, los desconchados y las humedades del techo siguen en aumento, la calefacción no funciona y hay alguna que otra gotera.
«Desde que se abrió el asilo no se han hecho grandes obras. Por eso ha llegado la casa a estar como está. Se ha pintado, se han hecho pequeños arreglos pero nada más. Hace falta una reforma a fondo, porque es peligroso que esto vaya a más», explica la madre superiora, Sor María del Carmen Moreno.
«Nueve millones no parece mucho dinero», comenta optimista esta religiosa. Y explica por qué: «Nosotras vivimos de la providencia y la gente de Cartagena se ha portado muy bien con nosotras. Dios vela por los pobres y vamos a seguir adelante gracias a los donativos que recibamos».
Menos camas
Hace meses que los treinta ancianos que habitaban en la residencia se alojan en una de Puente Tocinos (Murcia). Allí estarán unos dos años o más, según el tiempo que lleve reformar toda la casa.
Sin embargo, cuando regresen a Cartagena se van a llevar alguna que otra sorpresa. «Las nuevas habitaciones serán individuales y con cuarto de baño. Nos adaptaremos así a las exigencias administrativas para las residencias de ancianos», señaló la citada hermana.
Carta con sorpresa
La residencia del barrio de La Concepción, construida por el célebre arquitecto Víctor Beltrí como una obra de beneficencia, perderá plazas. De 104 camas pasará a 90. «Es una pena porque hay muchos ancianos que necesitan nuestra ayuda, pero hay que entender que a todos nos gusta tener intimidad», añade Sor María del Carmen.
Asegura que no les falta el dinero, pero no les sobra. Las religiosas van a diario o pidiendo por las casas o al mercado, donde les dan algunos alimentos con los que sacan adelante a los ancianos y viven también ellas. La reforma del asilo les supone pedir un apoyo extra. Son donativos que muchas veces llegan de forma sorprendente.
«Hace poco necesitábamos grandes cantidades para pagar los planos del proyecto. A la mañana siguiente fui al buzón y me encontré un sobre con mucho dinero. Gracias a eso pudimos pagarlos. La providencia va auxilándonos. Y tenemos fe en que seguirá así», dice esperanzada la responsable del Asilo.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Especiales
Así se desbocó el urbanismo en La Manga
Fernando López Hernández
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.