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PEDRO ANTONIO RÍOS MARTÍNEZ
Lunes, 19 de octubre 2009, 02:28
Me he decidido a poner como antetítulo a mis escritos de colaboración con porque así me lo ha aconsejado cabeza sabia y mente despierta por ser válida a mi objetivo, cualquiera de las acepciones que nuestro diccionario le da a este nombre: lugar alto y bien situado para observar; balcón cubierto y cerrado con cristal; aparato de las baterías, para apreciar distancias, los artilleros; o azotea de la casa.
Espero que no me suceda como a Mateo Alemán, cuando decía, en 1599 de su que: «habiéndolo intitulado Atalaya de la vida humana, dieron en llamarle Pícaro, y no se le conoce ya por otro nombre». Tengo que reconocer que soy un enamorado de la novela picaresca y que por los años ochenta y noventa utilicé en numerosas intervenciones en la Asamblea Regional y en el Congreso de los Diputados; tanto ésta, como de Quevedo.
Por desgracia se ha puesto otra vez de actualidad por la frescura impávida con la que el PP vive esa confusión de lo en la financiación de campañas electorales y actividades de partido y las ventajas que los amigos, familiares y allegados consiguen por decisiones, que están investigando los tribunales y aunque miren para otro lado, implican o imputan a tesoreros, dirigentes o cargos públicos del partido.
Parecía que Valcárcel nos iba a librar del y esa lluvia de regalos agradecidos por decisiones o adjudicaciones a determinadas empresas y pasaría sin tocar al PP y al Gobierno de la Región de Murcia. Pero en el mejor de los casos parece que gozamos de un sistema autóctono y con características propias en este tipo de actuaciones, que han salpicado en numerosas ocasiones al PP regional. Constructoras que reciben adjudicaciones para llenar los municipios de la Región de rotondas, que vienen de una experiencia previa en jardinería; Puerto Mayor, con el tesorero del partido en el consejo de administración o la aparición de empresas concesionarias de que han sido promovidas, alentadas o participadas por algunos de la consejería, allegados al partido.
Y ahora la promoción personal a costa de la Cultura y como decía el pasado martes Pedro Saura, ¡a esperar que no haya otro sobrino, que colocar! Al margen de la ironía, desconozco cuáles son los méritos y cualificación del consejero de Cultura y Turismo, que sirvieron de base para que Valcárcel le nombrara. Pero quien nombra responde del designado y en este caso no sólo le ha promocionado, sino que además le ha mimado, porque mientras que el presidente exige a Madrid austeridad, nada menos que su sobrino, por él aupado al rango de consejero, malgasta y derrocha, alejándose de los principios de capacidad, mérito e igualdad a la hora de decidir.
Además éste, a su vez, ha sido poco exigente a la hora de rodearse de personal técnico y en vez de buscar preparación, ha aupado a que usurpan los recursos públicos que aportan todos los murcianos para favorecer a familiares y amigos haciendo negocios a través de decisiones tramposas. Lo grave es que si miramos lo gastado en 2008 vemos cómo se concreta en la cultura de pandereta que fomenta y lidera el PP y posterga la economía que da sustento a nuestro PIB regional. ¿Cómo es posible que en plena crisis se gasten 128 millones en cultura, un 30% mas de lo presupuestado y sólo 42 en turismo, que es un 30% de nuestro PIB? Porque el Gobierno regional ha dado prioridad a que
Esto demuestra que el Gobierno regional, carece de un plan, con prioridades serias, para salir de la crisis y hacer frente a la reconversión del sector inmobiliario y por eso apenas destina 22 millones a vivienda y urbanismo; 32 a investigación, científico técnica o 100 a industria. La promoción cultural lleva más de un año sin intervención de sus gastos porque se fragmentan los pagos y se crean organismos opacos en el gasto: Murcia Cultural, Región de Murcia Turística o Agencia de Promoción Cultural y las Artes.
La reacción de nuestros gobernantes, con el presidente a la cabeza: atacar al mensajero acusando de amarillismo al medio, o negando la información y, lo que es peor, con esa reacción infantil de ruedas de prensa sin preguntas. Recuerdo con añoranza a mi padre, cuando desde la UCD me decía: «Perico a lo hecho, pecho», a dar la cara. Claro que como aquí no pueden acusar a Zapatero, parece mejor dejar que el tiempo
Están apareciendo vicios y tics nada democráticos que deterioran la política y a los políticos, a la Región y a sus instituciones y, sobre todo, descomponen la administración de servicios públicos de calidad a la que tienen derecho los ciudadanos. Esto demuestra que la continuidad de Valcárcel es un error para la Región. El agotamiento de su proyecto personal y la incapacidad del PP para acometer una renovación, hace cada vez más necesario acometer desde el centro-izquierda regional, una iniciativa por la Región de Murcia que genere expectativas de cambio e ilusión con un proyecto progresista de futuro
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