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A. PÉREZ |
Martes, 8 de septiembre 2009, 16:17
Como vino se fue. La indignación de los peñistas con el rechazo de la alcaldesa de Cartagena, Pilar Barreiro, a vestirse de huertana -"sería como ponerle a un santo dos pistolas" dijo en una entrevista distendida publicada el sábado en este diario- se ha disipado con una simple llamada de teléfono de la municipe, que esta mañana ha explicado al presidente de la Federación de Peñas, Antonio Avilés, lo que ayer expresó a La Verdad, que "en ningún caso" quiso "menospreciar las fiestas de Murcia".
Con esta aclaración, Avilés "da por zanjada" la polémica que ayer inició su Federación con un durísimo comunicado en el que declaraba persona non grata a Barreiro por su "menosprecio y falta de respeto a las miles de mujeres murcianas que con orgullo lucen ese día el traje huertano".
Los peñistas afirmaban no entender "como un cargo pblico ridiculiza algo que simboliza una parte de la historia de una ciudad. Un festejo de Murcia declarado de interés turístico nacional, en el que el traje de huertana, un legado de sus antepasados y de la tradición de nuestra huerta, forma parte esencial".
Los peñistas reclamaban, para enmendar esta supuesta ofensa, una disculpa pública de la alcaldesa a "sus lamentables declaraciones". Y, además, que tanto al alcalde de Murcia como el concejal de Fiestas, así como el Gremio de Artesanos de Cartagena -participante tradicional en el bando con el traje típico de la mujer cartagenera-, reprobasen públicamente a Barreiro por sus declaraciones sobre el traje huertano.
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