La niña tenía golpes por todo el cuerpo y quemaduras de cigarro en los muslos

El informe final de la autopsia de Estefanía, la niña de siete años que murió en Fortuna tras ser maltratada y violada, no ha hecho sino confirmar las terribles circunstancias que, ya se atisbaba, rodearon a su muerte. En el cadáver de la menor se han encontrado señales de múltiples golpes en brazos, piernas, torso y rostro. Cada una de estas marcas responde, además, a fechas alejadas en el tiempo, lo que hace suponer que la niña, que sólo llevaba tres meses en España, fue víctima de palizas continuadas.

El cuerpo sin vida de la pequeña ha revelado, además, otro tipo de torturas. Este informe final recoge numerosas quemaduras de cigarro que se han encontrado en la piel de los muslos de la menor. Y no acaba ahí el calvario de esta niña, que murió poco antes de cumplir los ocho años de una peritonitis. Estefanía, tal y como señala este informe, fue víctima de numerosas agresiones sexuales, tanto por la vía vagina como anal. Prueba de éstas, son los graves desgarros que la niña presenta en ambas zonas. Los forenses creen que la pequeña sufrió una infección al perforarse la cavidad abdominal por una vía de entrada externa que pudo producirse durante los abusos sexuales que padeció.

Este informe final ha confirmado el calvario que ya apuntaba el texto que el Instituto de Medicina Legal de Murcia emitió de manera preliminar. Esta alerta, lanzada por los forenses, llevó ante el juez del juzgado de Instrucción número 3 de Cieza a la madre y al padrastro de la niña. Ambos se encuentran, en estos momentos, en prisión provisional acusados de acusado de la comisión por omisión de los delitos de agresión sexual y lesiones y de además un presunto delito por omisión de los deberes de garantes.

La pasada semana, el juez llamó a declarar a varios familiares de la niña y a unos vecinos de ésta. Fue precisamente la declaración de estos últimos la que cobró mayor relevancia. Éstos aseguraron haber escuchado fuertes golpes y gritos de clemencia que partían de la casa que la niña compartía con su madre y con su compañero sentimental.

Los vecinos señalaron, incluso, que habían denunciado al padrastro de la niña, en dos ocasiones, al ser testigos de una agresión en la que habría propinado golpes en el rostro a la niña con una toalla enrollada.

Quedan por determinar los resultados de las pruebas de adn que se están realizando sobre la ropa interior de la pequeña. Éstas podrían aportar algo más de luz sobre quién o quiénes son los culpables del horrible final de la pequeña Estefanía.