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EFE | MURCIA |
Sábado, 8 de noviembre 2008, 21:57
El Real Murcia consiguió frente al Girona un muy trabajado triunfo merced a los goles de Capdevila y Bruno en un partido en el que los de Javier Clemente sufrieron mucho para sumar los tres puntos contra un rival que tuvo buenas ocasiones pero falló en sus remates.
El choque comenzó con una fase de indefinición, con ambos equipos intentando sin éxito hacerse con el control del juego. Migue, tras un córner, remató a las manos de Alberto en el minuto 4 y Dialiba disparó fuera desde el borde del área todavía en el cuarto de hora inicial y antes de que el primer remate a puerta de los granas se convirtiese en gol.
En el ecuador de la primera parte Capdevila marcó de volea aprovechando un despeje de puños de Iván Gómez después de un centro de Bruno.
Con ventaja en el marcador, el equipo de Clemente dominó la situación, aunque sin generar demasiado peligro. Un tímido intento de Iván Alonso de sorprender a Iván Gómez y una buena acción de Capdevila que no fue culminada por Despotovic fueron los argumentos ofensivos de los granas para ampliar su renta en la primera parte, mientras que Manga también remató, pero con poco peligro, sobre el marco defendido por Alberto.
En el descanso, el técnico del Girona, Raúl Agné, buscó la reacción y realizó un doble cambio para buscar la reacción con Dorta y Matamala formando el doble pivote del cuadro catalán.
Después de un intencionado disparo de Capdevila, que se perdió fuera por poco, nada más reanudarse el juego, los visitantes se adueñaron del encuentro y, ya con Paco Esteban en la delantera, tuvieron mayor mordiente en ataque. El Girona estuvo cerca del empate en acciones protagonizadas por Matamala, Xumetra, Raúl Martí y Dorta, pero los minutos fueron transcurriendo a favor de los intereses de un Murcia que sufrió, como es habitual, para acabar consiguiendo su triunfo más amplio de la temporada.
Una acción de contragolpe que concluyó con disparo de Capdevila, el mejor atacante de los granas en el encuentro, y buena intervención de Iván Gómez pudo ser la sentencia a falta de apenas diez minutos para el final, pero la parroquia murcianista debió aguardar hasta el último instante para respirar con el gol que marcó Bruno al materializar una falta y celebrar así una victoria que, no obstante, no saca al equipo grana de los puestos de descenso a Segunda B.
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