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ANDRÉS EGEA
Lunes, 3 de noviembre 2008, 11:13
El segundo tirón del Unicaja Málaga en el Palacio de los Deportes fue el definitivo golpe para decantar el partido a su favor a pesar de que aún restaban veinte minutos de juego. Victoria justa de los hombres de Aíto García Reneses, aunque demasiado abultada. Quizás fuera porque los árbitros le perdieron el respeto a los locales y ayudaron a que se salieran del partido. Hablar de colegiados cuando la diferencia fue de 25 puntos -incluso llegó a ser hasta de 32- puede sonar a broma, pero en el momento del choque en el que Unicaja establece la segunda gran diferencia del partido, los colegiados permiten una defensa al borde de la agresividad a los visitantes, mientras que las faltas se las llevan los locales. El equipo malagueño fue mucho mejor, pero Aíto era respetado y ayudado pos los árbitros cuando estaba en el DKV Joventut y ahora que tampoco lo necesita debido a que su plantilla es infinitamente superior a la de Murcia, también recibe la colaboración en Unicaja. Haislip se salió Un Marcus Haislip tremendo -logró 8 de los 10 primeros puntos de su equipo- provocó que Unicaja se fuera por diez puntos en el marcador nada más comenzar el partido. No tardó demasiado en tener respuesta por parte de Taquan Dean, cuyo juego ofensivo permitió que las diferencias se estrecharan. No obstante, los mejores minutos de los hombres de Hussein se pudieron ver durante los siete primeros minutos del segundo período con un Thomas estelar. A falta de tres minutos para el descanso, el equilibrio reinaba en el marcador. Los murcianos no estaban acertados de cara a la canasta del rival, pero dominaban con claridad el rebote visitante. El empate a 30 puntos duró un abrir y cerrar de ojos. Unicaja comenzó a presionar en toda la pista. Hacían falta, pero tenían el beneplácito de los árbitros. Dos pérdidas de balón y unos pasos del CB Murcia y en apenas tres minutos el parcial fue de 0-13. Con el 30-43 al descanso, daba la sensación de que no habría una segunda remontada, entre otras cosas porque los malagueños tenían licencia para defender con el contacto que hiciera falta y porque el acierto en el lanzamiento exterior de los locales brillaba por su ausencia. Ni siquiera entraban los triples a pesar de ser el tercer mejor anotador de la Liga. Unicaja, a placer Tras el descanso, el conjunto malagueño jugó a placer. Los jugadores del CB Murcia dejaron de creer en que la sorpresa era posible y bajaron los brazos. Desde el banquillo de Hussein la respuesta fue prácticamente nula. Esto provocó que tres hombres tuvieran que jugar más de 30 minutos, y es que entre todos los suplentes, sólo sumaron 10 puntos. Esto iba claramente en detrimento de la intensidad defensiva de unos jugadores castigados por el esfuerzo físico y evidentemente la cabeza no estaba lo suficientemente fría como para elegir la mejor opción. Mientras tanto, en el rival, si en la primera mitad Haislip fue el auténtico martillo ofensivo en la canasta murciana, en los otros dos períodos todo estuvo más repartido. Se impuso la amplitud del banquillo de Unicaja, que logró 25 puntos. Aparte del acierto en el tiro, lo cierto es que los de Aíto lograron canastas muy fáciles, por lo no les hacía falta coger el rebote en la zona local. Un pobre tiro Mientras que los locales necesitaron lanzar 72 veces a la canasta de su rival para encestar 25, lo que supuso un total de 47 rebotes, los visitantes sólo con 51 consiguieron 29. Había menos rechaces que repartirse. Pero el problema fundamental fue que no hubo quien pudiera detener a Haislip y que los jugadores del CB Murcia dejaron muy pronto de confiar en que era posible dar la campanada de la jornada. Murcia sólo se impuso a su oponente en el rebote ofensivo y eso se debió, en buena parte, a la gran cantidad de rechaces que había que repartirse debido a los malos porcentajes de tiro de los locales. Seguramente, hoy por hoy, la diferencia entre el primer clasificado de la ACB, Unicaja, y el colista, CB Murcia, sea de 25 puntos. Por tal motivo no le debería hacer falta que, además, los colegiados tengan que echar una mano al más fuerte. La próxima jornada vuelve a tocar otro partido en el Palacio de los Deportes. El rival será el GBC Bruesa de San Sebastián de Miguel Santos. Un rival de la Liga del CBN Murcia y al que será necesario ganar para mantener esperanzas de remontar puestos y salir de una vez de la cola de la clasificación de la ACB, que es el puesto que ahora ocupa.
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