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J. P. PARRA
Viernes, 31 de octubre 2008, 10:26
Una sustancia denominada dimetilfumarato, usado en sillones y sofás de fabricación china, podría estar causando estragos en decenas de consumidores. El Grupo Español de Dermatitis por Contacto y Alergia Cutánea (Geidac) achaca a esta molécula tres casos alérgicos graves (dos en Murcia y otro en Barcelona). Los expertos, sin embargo, creen que podría haber muchos más afectados en toda España que no han sido diagnosticados. Un dato les avala: en Reino Unido hay ya más de 1.500 afectados, y en Francia otros 400, según revelaciones periodísticas en estos países. Pese a este panorama, las autoridades sanitarias murcianas y españolas todavía no han tomado ninguna medida de carácter preventivo contra el dimetilfumarato, que a día de hoy sigue siendo una sustancia legal. Los dos afectados murcianos son una pareja de médicos del hospital Morales Meseguer que adquirieron en el año 2007 cuatro sofás-relax de origen chino. Al poco, empezaron a sufrir eccema en la espalda, glúteos y piernas. «A mí se me extendió incluso a la cara -explica Diego Giménez, uno de los miembros de la pareja- y mi mujer tuvo problemas respiratorios». Los tratamientos no hacían nada. Tomaron corticoides «y antiestamínicos para un caballo», pero la situación se agravaba. «Al final mi mujer dijo que tenían que ser los sillones, así que los retiramos. Efectivamente, a los tres o cuatro días los síntomas desaparecieron por completo». Al mismo tiempo, su dermatólogo, el doctor Pedro Mercader, se informó por publicaciones científicas del problema que el dimetilfumarato estaba provocando en otros países, y sometió a Diego Giménez a un test alérgico que confirmó las sospechas. Ni a los dos afectados ni a Mercader les cabe ninguna duda de que los sillones son la causa de lo sucedido. Giménez y su mujer pusieron una denuncia ante la Inspección de Consumo, que sin embargo no pudo probar nada. «La empresa retiró los sillones» como medida preventiva, explicó ayer un portavoz de la Consejería de Sanidad. Finalmente, las autoridades sanitarias murcianas no elevaron ninguna alerta al resto de España. «No se pudo hacer porque la relación entre la alergia y los sillones no pudo constatarse al no haber más existencias en el mercado». También en Cataluña Todo esto sucedió en el año 2007. Ahora, un nuevo caso en Barcelona ha sacado a la luz el problema. El afectado en Cataluña adquirió un sofá de relax de otra marca (Linkwise) distinta a la que compraron los médicos murcianos. El Instituto Nacional de Consumo ha activado la alerta, y también la Comisión Europea, después de que apareciesen casos similares en Polonia, también relacionados con la marca Linkwise. El dimetilfumarato se encuentra en unas pequeñas bolsas situadas en lo pliegues de sillones de fabricación china. Se utilizan para evitar la aparición de hongos en el tapizado. «Antes no se utilizaban, y son los chinos quienes han empezado a generalizar su uso», explica Pedro Mercader. Tanto este dermatólogo como el médico afectado Diego Giménez piden una investigación en profundidad, porque podría haber muchos más casos de los tres hasta ahora conocidos. «En Murcia podría haber, al menos, dos afectados más, y tenemos constancia de alergias sospechosas en Pamplona», advierte Pedro Mercader. El problema es que el diagnóstico es complicado, porque los dermatólogos y alergólogos no incluyen el dimetilfumarato en los test que realizan habitualmente. Por eso, la divulgación y la alerta de las autoridades sanitarias es fundamental. Los expertos recuerdan que, además, se trata de cuadros de dermatitis aguda que no responden a los tratamientos con antiestamínicos.
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