![Algo más que un retrato](https://s1.ppllstatics.com/laverdad/www/pre2017/multimedia/murcia/prensa/noticias/200809/07/fotos/093D7CTGP1_1.jpg)
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MIGUEL LORENCI
Domingo, 7 de septiembre 2008, 04:04
Es como si no hubiera hecho otra foto en toda su vida. El retrato que Alberto Korda tomó a Ernesto Che Guevara el 5 de marzo de 1960 es uno de los más reconocibles iconos del siglo XX. Tanto, que ha dejado en un más que discreto segundo plano la apreciable y muy variada obra de este notable fotógrafo cubano fallecido en 2001. Una obra que es uno de los más ricos testimonios de la Cuba pre y posrevolucionaria y que incluye muchas imágenes inéditas que desvela ahora el libro Conocido. Desconocido, editado por La fábrica. Un libro de gran formato y muy cuidada edición que descubrirá al gran público el trabajo de un fotógrafo que se movió entre la osadía revolucionaria y el glamour de la moda y la publicidad. El libro recorre todas las facetas de un trabajo que se fijó en la sociedad cubana y sus movimientos políticos desde 1954 hasta 1968.
Repasa Korda la realidad de Cuba, de la revolución y de sus líderes, en especial Fidel Castro y Ernesto Che Guevara, de quienes incluye fotografías desconocidas o no publicadas hasta el momento. Son 440 páginas con 437 imágenes editadas por la comisaria cubana Cristina Vives y el periodista Mark Sanders. La edición ha contado con la colaboración de Diana Díaz, hija mayor, heredera y albacea del legado de Korda, así como de José A. Figueroa, amigo y ayudante del fotógrafo en la década de los 60. El libro se cierra con la última entrevista a Korda, realizada por Mark Sanders para la revista inglesa Another Magazine, en la que el fotógrafo relata anécdotas y detalla vivencias sobre sus imágenes más impactantes.
Autodidacta
Está, cómo no, ese mítico retrato del Che que, recuadrado en la ampliadora, convirtió al rostro del guerrillero en un icono del siglo XX. Pero también se puede ver a los líderes revolucionarios jugando al béisbol, al ajedrez o al golf, y acompañados de otros destacados protagonistas del siglo XX, como los pensadores Simone de Beauvoir y Jean Paul Sartre o el escritor y premio Nobel Ernest Hemingway. También retratos de dos de los grandes artífices de la 'guerra fría', como Ike Einsenhover y Nikita Kruschov.
Alberto Fernando Díaz Gutiérrez nació en la Habana 14 septiembre 1928 en el seno de una modesta familia de la barriada del Cerro. Al dejar la escuela, inició estudios de comercio en la Havana Business Academy. Trabajó como visitador médico y comercial de jabones, máquinas de escribir y equipos de oficina. Comenzó a hacer fotos para una compañía de seguros, donde obtendrá el premio que le permitiría crear en 1954 Korda Studios junto a sus amigos Luis Peirce Byers (Luis Korda) y Newton Estapé.
Antes de convertirse en Alberto Korda y ser reconocido como un maestro, fue un modesto fotógrafo empeñado en captar la belleza de las cubanas. Aprendió por sí mismo el oficio armado de una cámara de 35 milímetros, hasta curtirse en la pequeña oficina del edificio La Metropolitana de La Habana Vieja donde estuvieron los Korda Studios. Él y sus socios se alejaron del concepto más tradicional del estudio fotográfico para ofrecer lo que hoy llamaríamos servicios integrados: una imagen de marca acorde al perfil de publicista de Alberto Korda. Realizaron campañas publicitarias para grandes marcas que consolidaron su estudio. Además de hacer retratos, sus cámaras estaban en eventos sociales, reuniones, inauguraciones, espectáculos y actividades culturales.
Todo cambió en 1959, cuando en enero se rindieron ante la llegada de los rebeldes barbudos que entraron victoriosos en La Habana. Korda se pegó al Che y creció profesionalmente en una situación sin precedentes en la historia cubana. Su carrera quedó ligada a la revolución, retratando cada paso de sus líderes y los acontecimientos más cruciales.
Contó con la complicidad de Fidel Castro y de los demás líderes hasta 1968. La situación cambió radicalmente el 14 de marzo de 1968, fecha en la que los archivos Korda fueron intervenidos por el Departamento de Lacra Social del Ministerio del Interior, que hizo desaparecer buena parte de su material. Entonces comenzó a alimentarse la polémica, al oírse voces que denunciaban que Korda se apropió de muchas del imágenes de otros colegas.
La obra de Korda, que murió en París el 25 mayo 2001, se ha expuesto en las principales galerías europeas y americanas, con muestras en La Habana, Nueva York, París, Madrid, Milán, Venecia o Arlès.
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