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BEGOÑA GARCÍA RETEGUI
Viernes, 25 de julio 2008, 03:04
Sin duda alguna todavía no tenemos suficiente perspectiva histórica para juzgar la gestión del Partido Popular en nuestra Región, pero disponemos de suficientes indicios, que se confirmarán en un futuro no muy lejano, que nos llevan a afirmar que los ciudadanos de esta Región han sido más que generosos con los gobiernos que estamos padeciendo desde 1995.
A pesar del incumplimiento permanente de las promesas del PP, esta Región se ha volcado con los gobernantes populares concediéndoles mayorías más que absolutas. Como muestra de los incumplimientos podemos referirnos a la promesa paradigmática que, en la campaña electoral de 1995, hizo José María Aznar: «Murcianos, si hay votos habrá agua». Y vaya si hubo votos, pero en vez de agua lo que hubo fueron severas restricciones, sobre todo en el verano de 2003 como bien recordarán los vecinos del Noroeste y Guadalentín que soportaron, en pleno mes de agosto, cortes en el suministro de ocho a doce horas.
Sin embargo, en lo que no han fallado ha sido en el aspecto propagandístico. Su funcionamiento en colaboración con sus poderes mediáticos ha sido de manual, de diez; basta sólo con dar un repaso a las promesas de infraestructuras prometidas y las que, vía obra pública, han hecho definitivamente.
Gobernando en Murcia, España y Europa no fueron capaces de cumplir nada de lo prometido: Variante de Camarillas, aeropuerto de Corbera, AVE, e incluso el Trasvase del Ebro que, en un alarde de chulería, llegaron a prometer que si Zapatero les dejaba, lo harían entre Camps (el antiagua para todos, debido a su fobia a las desalinizadoras, eso sí, a las que hacemos los socialistas) y Valcárcel.
Me pregunto cómo iban a financiar esta obra los que no tienen ni para pagar la deuda sanitaria. Más aún, a nuestro gran líder regional, elevado a la categoría de sabio al encargarle la organización del último congreso del PP, le han colado un gol por toda la escuadra: no sólo no ha salido reforzado, sino que, para más inri, le han colocado de segunda de a bordo nacional a la antitrasvasista Dolores De Cospedal, empeñada en cargarse, ya, el trasvase Tajo-Segura. Arremetían contra Cristina Narbona los mismos del Partido Popular de Murcia que ahora rinden pleitesía a quien nos quiere cortar el grifo.
Y mientras tanto, el aparato de propaganda sigue actuando a pleno rendimiento; tapando los agujeros del queso de Gruyere en que se ha convertido la política regional. En estos momentos de crisis económica, las cosas van peor aquí. Los ingresos caen, el Servicio Murciano no puede pagar a sus proveedores, la obra pública regional desciende un 75% y los últimos datos del paro en nuestra Región nos dicen que los parados crecen el 50%, el doble de la media española.
Si a ello sumamos el que mes tras mes seguimos en la cola de la cola en todos los datos económicos, llegará un momento en el que la anhelada convergencia pasará de ser un deseo a convertirse en una quimera. Y todo ello a pesar de todos los planes de desarrollo anunciados una y otra vez a bombo y platillo, eso sí, incumplidos. Como el llamado Plan de Dinamización de la Economía Regional que llena páginas de periódicos y cuñas de radio y televisión. Nos vuelven a vender humo.
El presidente Valcárcel sin dar explicaciones se niega a venir al Parlamento regional a debatirlo. Prefiere vivir sólo de la propaganda.
¿Qué estará pasando por su cabeza?; ¿Qué piensa su equipo de estrategia que hay que hacer para no llevar a la Región al desastre?; ¿Bastará sólo con echar la culpa a otros?; Y lo más importante, cómo salimos de esta situación de 10-0.
Begoña García Retegui es vicepresidenta del Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea Regional de Murcia.
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