Miles de moteros acuden a la ciudad en una nueva edición de 'la ruta por la vida'

Miles de moteros, más de 6.000 según los organizadores, acudieron ayer hasta la ciudad formando parte de la XIII edición de la Ruta Mototurística 'Por la vida', una iniciativa de la asociación Todos contra la droga, que preside Casiano Navarro. La caravana, que había salido de Murcia a primera hora de la mañana, pasó antes por Caravaca y la pedanías altas, y llegó con cierto retraso sobre el horario previsto.

Las calles del centro de la ciudad y de forma especial aquellas por la que iba a pasar esta caravana de moteros se habían despejado de vehículos aparcados desde primera hora, con una gran despliegue de agentes de la Policía Local y trabajo intensivo de la grúa para retirar los turismo cuyos propietarios no habían atendido a las señales de prohibición.

A la llegada de la caravana de moteros, que iba escoltada por agentes de la Guardia Civil de Tráfico y de la Policía Local, se cortó la circulación por todas las calles del recorrido y adyacentes, desde la carretera de Caravaca. La llegada a la plaza de España, que era el punto elegido para el acto central de esta concentración motera, se prolongó por espacio de más de quince minutos ada la cantidad de vehículos.

Y como en la plaza no cabían todos, se fueron distribuyendo por las calles Álamo y Lope Gisbert hasta ocuparlas en un buen tramo. Entre los participantes estaban el alcalde, Francisco Jódar, y los concejales Francisco García y Joaquín Ruiz. También acompañó a los moteros en todo el trayecto el obispo emérito Javier Azagra, que no lo hizo en moto «porque dicen que soy muy mayor».

Intervención de Azagra

Una vez reunidos los moteros, se hizo un homenaje al joven José Juan Villena, fallecido recientemente en un atropello, y fue su hermana Rocío la que con emocionadas palabras agradeció el gesto en recuerdo del motero desaparecido. También hubo una breve intervención de monseñor Azagra, que animó a todos a apoyar la campaña contra la droga.

El alcalde dirigió una breves palabras como saludo de la ciudad y reconocimiento, «como alcalde y como motero» por haber elegido a Lorca como punto final de la edición de este año .

Los miles de moteros reanudaron su marcha para recorre las principales calles del centro urbano y llegar hasta el hipermercado Eroski, en cuyo aparcamiento se había preparado el dispositivo para ofrecer una comida a base de arroz y pavo a los participantes.