

Secciones
Servicios
Destacamos
MANUEL SÁNCHEZ BREIS
Domingo, 18 de mayo 2008, 15:50
El efecto Clemente tras su renovación duró quince minutos. Pasado el subidón del principio quedó, no lo que se esperaba, sino lo que hay. No la ilusión, sino la realidad. Y la verdad es la que es. Daba igual que enfrente estuviera el Barça, por cierto el peor de los últimos años, o cualquier otro equipo. Este Murcia es muy flojo. Se cae a las primeras de cambio.
Ni en el último partido de la temporada fue capaz de darle una alegría a su afición. Una afición que terminó el sufrimiento sin un solo reproche. Toda su ira la dirigió sobre Oleguer, al principio, y Bojan, al final. A sus jugadores, es decir a los del Murcia, aplausos y olés.
La temporada terminó como se inicio: con lluvia. Pero en aquel momento los puntos tenían un valor. Anoche sólo la honra estaba en juego. El Barcelona ganó porque tiene mejores jugadores. Ni más, ni menos. El Murcia atrás fue un desastre y los de Rijkaard supieron aprovecharse de ello. Marcaron cinco, pero pudieron marcar más. El Murcia, por su parte, hizo tres, pero si el resultado hubiese sido un 6-8 a nadie le hubiese extrañado. El partido fue esa especie de homenaje a no sé quién o una pachanga entre colegas que un partido de Primera División.
El que no se divirtió fue porque no quiso.. O porque sufre con desespero las tristezas y penurias de un Real Murcia que vuelve a chocar bruscamente con su pasado. Y es que la permanencia en Primera es para el Murcia lo que la Liga de Campeones para los grandes del fútbol nacional. Es decir, muy complicada de conseguir.
En la despedida, casi nada importaba. Lo mejor fue que esta temporada ya no existe. Que ha terminado. Una campaña tediosa, desgraciada y que finaliza con el descenso.
Un descenso que tiene muchos culpables. La gran mayoría de ellos se marchan de rositas de Murcia. Como si con ellos no fuera la cosa. El principal, Lucas Alcaraz, ya se fue hace tiempo. Otros, como Mario Regueiro o Pablo García, se irán hablando mal de una ciudad y de un club que les trató y pagó de maravilla y a la que no supieron devolverle su esfuerzo. O a lo mejor se marchan hablando bien, pero lo cierto es que por esta tierra no se les recordará por nada positivo.
El lunes comienzan las vacaciones para los jugadores grana. Algunos no volverán. Poco han aportado para hacerlo. A otros se les rescindirá el contrato. Merecido lo tienen. Y los que quedan volverán a primeros del mes de julio. Ojalá que éstos, que verdaderamente son los que importan, carguen bien las pilas y olviden lo sucedido. El año será largo. El verano, también. La gran diferencia es que la próxima temporada el Barça no vendrá a Nueva Condomina y si el Eibar y el Rácing de Ferrol.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.