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Domingo, 6 de abril 2008, 02:53
Grandes misterios y hallazgos arqueológicos se han revelado a nuestros ojos en la superficie murciana. Sin embargo, en lo más profundo de las aguas marítimas un tesoro oculto lucha por ser encontrado. Pese a su juventud, Juan Diego Mora es consciente de esta riqueza escondida y, por ello, trabaja junto a su socio en la implantación de la arqueología submarina en la Región. Desde el centro de buceo Hespérides de Cartagena, que ambos regentan , ofrecen unos cursos para adentrarse en este mundillo.
- ¿Qué podemos aprender en los cursos de arqueología submarina?
- Bueno nosotros tratamos de que los alumnos aprendan cómo se hace una excavación, el hallazgo de los restos, cómo se elabora una ficha...
- Cuando inician una búsqueda, ¿prueban suerte o van sobre seguro?
-Bueno siempre solemos ir sobre zonas que ya hay un historial de naufragios, hundimientos. No suele ser difícil.
-¿Es la bahía de Cartagena es un buen lugar?
-Sí, lo cierto es que hemos tenido mucha suerte. Cartagena, por su historia, contaba con un gran tráfico marítimo y eso, claro, provoca que haya mucha arqueología submarina. De España yo creo que es uno de los mejores sitios.
-¿Y qué hacen si encuentran algún resto importante?
-Bueno, ahora mismo la ley no permite sacar nada del agua. Es patrimonio nacional sumergido. Si se encuentra algo, se debe comunicar al museo arqueológico y ellos se encargan de sacarlo. Para nosotros esto es una práctica a nivel recreativo.
-¿Y cuanto tiempo hay que empeñar en una búsqueda?
-Bueno, eso depende mucho. En los cursos que nosotros ofrecemos solemos estar una media de dos horas, porque trabajamos a poca profundidad, 4 o 5 metros.
-¿Y ahí encuentran restos?
-Sí, ánforas, vasijas... Sí que se encuentran bastantes restos.
-Oiga, pues es una idea muy atractiva, ¿qué requisitos hay que tener para apuntarse a estos cursos?
-Bueno, hay que tener ciertos conocimientos de buceo y poco más... Es una práctica parecida al buceo, pero con ese punto cultural. Además, los cursos incluyen una visita al museo arqueológico, tres inmersiones y un dossier. Este tipo de cursos no se hacen en muchos sitios .
-¿Y cómo se les ocurrió esta idea?
- Bueno, mi socio es arqueólogo en tierra, así que decidimos trasladarlo al agua. Él es el que los desarolla.
-¿Quedan plazas disponibles todavía o no estamos a tiempo?
- Sí, sí... Todavía quedan plazas disponibles en julio y agosto. Los cursos duran tres o cuatro días, pero de forma intensiva. Son muy demandados, no se crea.
-Un huequito habrá...
- Sí, sí... (Risas)
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