Secciones
Servicios
Destacamos
MARI C. RAMÍREZ
Jueves, 13 de diciembre 2007, 03:57
De infarto. Así fue la cita en Perugia para el Grupo 2002, que no dejó
escapar la oportunidad para demostrar que es un serio aspirante para ganar la Champions League. Y es que no hubo respiro, de principio hasta el final. Punto a punto; ésa fue la única forma de ganar al campeón transalpino.
Y es que el partido fue de auténtico infarto en el Palacio Evagenlisti de Perugia. Pese al ambiente, el Grupo 2002 arrancó con mucha fuerza, demostrando que pese a las grandes individualidades es el bloque lo que le da la victoria. La fortaleza en el bloqueo de Waleska resultó vital en este primer set, así como el acierto en la recepción de Zilio y Jakeline Carvalho. La receptora brasileña dio un auténtico recital en un set que acabó con el resultado de 18-25 para las murcianas.
El arreón de las chicas de Paulo Coco se alargó hasta el segundo set, en donde apareció la figura de la polaca Glinka. El Perugia no encontraba el camino para superar la fortaleza defensiva del Grupo 2002 que encontró en Marisa Fernández un gran apoyo ofensivo. El 20-25 final acercaba a las murcianas a la victoria, pero el Perugia capitaneado por la cubana Francia aún no había dicho su última palabra.
El set de la muerte
El tercer set fue un auténtico espectáculo con intercambios de golpes en ambos lados de la red. El 2002 pudo sentenciar, y las italianas sufrieron para acortar distancias. Pese a salvar dos bolas de set, las murcianas no pudieron cerrar la victoria y el Perugia se lo adjudicó por 27-25. Algo similar ocurriría en el cuarto, en donde se demostró que cualquiera de estos dos equipos puede proclamarse campeón de la Champiom League.
Entonces, en el set de la muerte apareció un tercer protagonista, el arbitraje. El intercambio de puntos llevó el encuentro hasta el 11-11 y una decisión arbitral más que dudosa en un ataque de Glinka llevó al Grupo 2002 al borde del k.o. Señalaron fuera, dieron el punto a las italianas y amonestaron a Fofao, que, por cierto, dirigió a su equipo con maestría hacia la victoria. Ahí apareció la garra murciana. Había que salvar tresbolas de partido ante el campeón de campeones. Una tras otra, la bola fue cayendo a favor del Grupo 2002, que cerró el partido con un 16-18 para la historia.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La explicación al estruendo que sobresaltó a Valladolid en la noche del lunes
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.