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LA VERDAD
Martes, 13 de noviembre 2007, 11:18
El consejero de Desarrollo Sostenible y Ordenación del Territorio, Benito Mercader, presentó ayer un ambicioso programa para la conservación del águila perdicera en la Región de Murcia con el que pretende que se duplique la población reproductora y los territorios en los que está presente.
El programa de conservación de esta ave rapaz mediterránea, que ha elaborado la Dirección General del Medio Natural de la Consejería de Desarrollo Sostenible, tiene un total de quince objetivos y una vigencia indefinida. Será revisado cada cuatro años hasta que la especie pueda ser excluida de la categoría de en peligro de extinción.
El consejero Benito Mercader aseguró que «el águila-azor perdicera es posiblemente la especie que mejor identifica nuestro paraje natural, desde la costa hasta el interior de la Región, por lo que vamos a hacer un importante esfuerzo para protegerla y para eliminar los riesgos que amenazan su supervivencia».
Fue en el año 2001 cuando el Gobierno regional inició la tramitación de una plan de recuperación del águila-azor y en 2002 se realizó el censo, control de la reproducción y la vigilancia de territorios ocupados y abandonados por esta especie, en el que participaron los agentes medioambientales.
En los años 70 se estimaba que el número de territorios ocupados por parejas de águilas-azor era de 42. Desde entonces, la tendencia de la población de la rapaz en Murcia presentó un acusado descenso, reduciéndose hasta alcanzar únicamente 17 territorios en 1997.
Más de 20 parejas
A partir de entonces, la población ha experimentado cierto aumento. En los seis años de seguimiento por parte de la Consejería (2002-2007), la población se ha mantenido más o menos estable entre 21-24 parejas (22-25 territorios ocupados), y el nuevo Plan de Conservación pretende que se duplique tanto el número de ejemplares como de los lugares en que anidan.
La vigilancia, seguimiento y el control de la población reproductora ha sido fundamental para la detección de las molestias y la problemática de la conservación de la especie. Ante los resultados del estudio, se han emprendido acciones de gestión en la lucha para la erradicación del veneno; eliminar la persecución directa asociada a la actividad cinegética y el expolio de nidos; evitar las transformaciones en el hábitat; reducir las electrocuciones; y controlar las molestias producidas por deportes y ocio en el medio natural.
La especie experimentó la pasada primavera una ligera recuperación con el nacimiento de 21 pollos. El consejero Benito Mercader destacó que se pondrá en marcha un Plan de Recuperación con quince objetivos que incluyen acciones de conservación y recuperación; seguimientos y controles periódicos; investigaciones sobre la especie; programas de educación, divulgación y formación; acciones de cooperación y coordinación; y medidas de evaluación, revisión y programación.
En las sierras litorales
El águila-azor perdicera forma parejas de por vida, es algo más pequeña que el águila real y sus hábitats característicos son las sierras abruptas. En los años 70 había parejas distribuidas por la mayoría de la Región, aunque en la actualidad se encuentra sobre todo en el litoral, especialmente en la Sierra de Almenara, Sierra de las Moreras y Marina de Cope (Lorca, Águilas y Mazarrón).
El consejero Benito Mercader concluyó asegurando que «la Región de Murcia tiene una importante responsabilidad en la conservación de esta especie y seguiremos trabajando para que su población aumente».
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