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DANIEL VIDAL
Jueves, 25 de octubre 2007, 11:43
Ponían especial empeño para conseguir permisos de trabajo y residencia a cambio de cuantiosas cantidades de dinero, pero poco les importaba lo que pasaba en su propia casa. La Policía confirmó ayer que Ivette Durán y Antonio Capel tenían empleados a cinco inmigrantes que carecían de permiso de residencia y que trabajaban sin estar dados de alta en la Seguridad Social. Tres lo hacían como administrativos en la propia asociación y otros dos en la emisora Radio Activa, por lo que a los presuntos delitos de estafa, falsificación de documentos públicos y extorsión, la Policía suma ahora una acusación por un presunto delito contra el derecho de los trabajadores.
Estos cinco empleados están entre las diez personas que ayer detuvieron los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía: Ivette Durán y Antonio Capel -que son los únicos que ayer permanecían en los calabozos-, el hijo de la presidenta de la asociación y dos españoles acusados de colaborar con la organización -que,según la Policía, realizaban las funciones de testigo de los matrimonios de conveniencia que organizaban en Asolatines-, además de los cinco asalariados de la pareja. Todos ellos, salvo los dirigentes, fueron puestos en libertad tras prestar declaración en comisaría.
Asimismo, y según fuentes de la investigación, se han bloqueado cinco cuentas bancarias pertenecientes a la Asociación de Inmigrantes Latinoamericanos y se están analizando los movimientos de las cuentas para calcular la cuantía del fraude económico que habrían cometido, así como la utilización fraudulenta de subvenciones recibidas en calidad de organización de inmigrantes sin ánimo de lucro.
«Están pillados»
Según las mismas fuentes, tanto Ivette Durán como Antonio Capel «están pillados desde antes de ser detenidos, ya que la investigación ha recabado pruebas suficientes para inculparles de los delitos de los que se les acusa». Pese a todo, los agentes dedicaron casi al completo la jornada de ayer a revisar la «abundante documentación» incautada tanto en la sede de la asociación como en el domicilio de la pareja. Por ello, «hoy -por ayer- volverán a pasar la noche en el calabozo y probablemente no sean puestos a disposición judicial antes del viernes», según fuentes de la Policía Nacional.
Antes de que la operación policial derivara en la detención de Durán y Capel, los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía habrían recibido ya «un buen número de quejas relacionadas con el cobro irregular de determinadas cantidades que generalmente oscilaban entre los 1.000 y los 3.000 euros», lo que puso sobre la pista de la presunta estafa a la Brigada de Extranjería.
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