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OPINIONES DIFERENTES. Arriba, pancartas de ánimo a Paco Gómez, la pasada temporada. Abajo, pañuelos para el equipo y Alcoy al final del encuentro ante el Marbella. / A. GIL / J. M. RODRÍGUEZ / AGM
Armisticio en el Cartagonova
FC Cartagena

Armisticio en el Cartagonova

Las peñas blanquinegras no entienden las críticas de los veteranos del Efesé a Paco Gómez, y coinciden en que el futuro de la entidad pasa por la continuidad en el club del constructor

FRANCISCO J. MOYA

Viernes, 12 de octubre 2007, 02:33

El núcleo duro de la afición cartagenerista ofrece un margen de tiempo al presidente, Paco Gómez. Así, la parroquia cartagenera, a expensas de la reunión que mantendrán los representantes de la federación de peñas del club albinegro la próxima semana, ha pactado la suspensión de cualquier hostilidad o acto beligerante contra Gómez, Alcoy y la plantilla. Al menos, por el momento. Otra cosa será lo que pueda ocurrir el domingo 21 de octubre, cuando el Betis B visite el Cartagonova, si el Cartagena pierde pasado mañana en el Puerto de Santa María.

De este modo, los representantes de los seguidores obvian el comunicado de la peña La Botica, publicado ayer en este periódico, en el que su portavoz, el ex jugador del Efesé Ricardo Ciudad, pedía la inmediata marcha del club de Gómez. La mayoría de las peñas que llevan mucho tiempo apoyando a la entidad albinegra (en casa y en los desplazamientos) entienden que las críticas de Ciudad a Paco Gómez tienen como trasfondo la destitución de Perico Arango como segundo entrenador, hace un par de semanas.

Todos creen que los veteranos cartageneristas -que arropan a Arango- quieren vengarse de esta decisión que tomó el constructor alicantino, «por el bien del club y del vestuario», explicó entonces el gerente de la entidad, Nicolás Palmis.

Ganar al Portuense

El secretario de la federación de peñas del club es Raúl Velasco, uno de los aficionados más activos en los últimos tiempos. Lo tiene claro. «Pienso que esta polémica hay que cortarla de raíz ganando el domingo al Portuense. Si el equipo lo consigue, se acaba todo, el presidente se tranquiliza, y aquí no ha pasado nada. Si no es así, tendremos otra semana complicada».

Para Velasco, «no es el momento de que Paco Gómez se vaya de Cartagena, ni siquiera creo que se debe debatir ahora sobre su continuidad. Él tiene un proyecto en marcha y hay que dejar que lo termine», opina.

En la federación de peñas -que aglutina a los presidentes de las quince que tiene el club- «molesta mucho» que el presidente «llame mercenaria a la afición, como hizo en junio en una entrevista en La Verdad», pero «él es así y no se le puede cambiar», cree Velasco.

Este grupo de aficionados «comprende en parte» el enfado del presidente con los jugadores, «aunque debería lavar los trapos sucios en casa», pide este aficionado.

Maltrato en la ciudad

Pedro Moya es el presidente de Fiebre Albinegra, uno de los colectivos más numerosos de los que animan el cotarro cada quince días en el Cartagonova. Insiste en que «el presidente no se siente apoyado en Cartagena, ya que se le está tratando mal, por parte del Ayuntamiento y de la gente con capacidad para hacer cosas importantes en la ciudad».

Según Moya, de ahí arrancan los problemas en el actual fútbol cartagenero. «Es un tema de paciencia, que se le está acabando. Y encima, si las cosas no salen, se calienta y reacciona metiéndose con los jugadores», dice este seguidor blanquinegro.

Sobre su continuidad en el club, Moya lo tiene claro. «El presidente debe dejar trabajar a los que hay en la parcela deportiva, pero no se puede ir. Si él no pusiera el dinero, no habría parcela deportiva, ya que no habría nada. Si él se fuera, todo lo que nos puede pasar es que aparezca otro Luis Oliver y nos lleve a la ruina otra vez», creen en la peña Fiebre Albinegra.

Por su parte, Juan Antonio Conesa, presidente de Frente Aladroke, manda un mensaje a Arango, Ciudad y el resto de miembros de la peña La Botica. «Si les molesta Paco Gómez, que no vayan al fútbol. Paco Gómez no debe de irse nunca de Cartagena y que alguien pida que se vaya es una locura. El presidente lleva razón algunas veces, pero su forma de actuar es lo que le pierde. Todas las cosas que dice y lo que hace no es normal, pero es su forma de ser», cuenta Conesa, para quien la crisis del equipo «debe tener solución, porque de lo contrario lo pasaremos mal».

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