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RAFAEL HERRERO
Viernes, 28 de septiembre 2007, 03:36
Las ayudas para el fomento de la natalidad promovidas por el Gobierno son «bienvenidas» para los obispos, máxime cuando España presenta una tasa de nacimientos «de las más bajas del mundo». Pero los prelados entienden, sin embargo, que los denominados cheques-bebé deben estar destinados para los progenitores de los hijos «que vienen al mundo en un contexto que respete sus derechos fundamentales y su dignidad», es decir, en una familia tradicional «con un padre y una madre».
El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal (CE), Juan Antonio Martínez Camino, estuvo premeditadamente obtuso en este cuestión y anduvo con circunloquios para dejar entrever que la cúpula eclesiástica no prioriza las ayudas en esta materia destinadas, por ejemplo, a las madres solteras, aunque podría deducirse que sí aprueba la inclusión en las mismas en el caso de los niños adoptados por una familia tradicional.
«Los niños deben nacer en un ambiente adecuado y que respete sus derechos. No se puede promover que vengan al mundo sin padre y sin madre conocidos y deben hacerlo en condiciones óptimas y con un pacto de fidelidad estable y permanente entre sus padres». Dicho esto, agregó que se debe ayudar a todos los niños que están en el mundo «sin distinción alguna», pero se debe promover esta acción en el contexto adecuado y, a la vez, «ayudar a todos sin distinción ninguna».
El secretario y portavoz de la CEE manifestó que las ayudas al fomento de la natalidad siempre son bienvenidas, y procurando que los hijos «vengan al mundo en su sitio».
Martínez Camino hizo estas consideraciones durante una rueda de prensa en la Casa de la Iglesia, en la que informó sobre los acuerdos y deliberaciones de la Comisión Permanente de la CEE que ha estado reunida durante dos días para preparar el Plenario de obispos de noviembre.
Las reflexiones de Martínez Camino cayeron como un jarro de agua fría entre los partidos de izquierda, quienes no dudaron en reprocharle su estrechez de miras ante los nuevos conceptos de familia. Así, el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Diego López Garrido, no dudó en afirmar que los obispos «no tienen ni idea de lo que es la familia española». Por su parte, el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, indicó que lo que nos hace humanos «es pensar por el otro, y la Conferencia Episcopal se está olvidando de algunas virtudes como ésta».
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