
La Pila, en bici y de arriba a abajo
Sierra de la Pila y Abanilla ·
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Sierra de la Pila y Abanilla ·
Excursión circular de 52 kilómetros rodeando la sierraUn día de excursión en la Sierra de la Pila puede suponer un año más de vida, queda usted advertido. Porque de La Pila no sale uno igual que ha entrado, no: después de recorrer sus pistas solitarias, una vez contemplado el mundo desde el mirador de Los Cenajos (1.225 metros de altitud), dos segundos más tarde de dejarnos rozar la piel por sus carrascas, uno respira mejor, se siente más guapo e incluso parece mejor persona.
Cuatro datos básicos para saber dónde nos metemos: La Sierra de la Pila –municipios de Blanca, Abarán, Fortuna y Molina de Segura– es el parque natural más joven de la Región y está situado en el Noreste de la Comunidad Autónoma, en un espacio geográfico un tanto apartado de vías importantes de comunicación, por lo que quizá sea todavía no demasiado conocido.
Sus límites guardan sin embargo 7.879 valiosas hectáreas donde encontramos, por ejemplo, carrascales y sabinares a más de 1.000 metros de altitud, tupidos bosques de pinos en las umbrías de la sierra, soberbios ejemplares de madroño y especies botánicas endémicas; en el apartado bichos, águilas reales y perdiceras, halcón peregrino, búho real, cárabo, garduña, gineta, jabalí y gato montés.
El espacio natural, muy vinculado a los núcleos de población que lo rodean –La Garapacha, Fuente Blanca, Hoya Hermosa y Las Casicas, entre otros–, está muy bien conservado, inmaculadamente limpio –¡bravo!–, perfectactamente señalizado y surcado por una buena red de pistas forestales.
De estos caminos nos vamos a valer para conocer hoy los ejes principales de la sierra, en una ruta de 52 kilómetros ideal para bicicleta de montaña pero perfectamente desmontable para hacerla a pie en varias excursiones. Así que preparen su bicicleta –ya saben, cuatro kilos de presión en la rueda trasera, tres y medio en la delantera y un poco de aceite en la cadena– y tomen nota.
Salimos de La Garapacha (Fortuna), en la vertiente sur de La Pila, y obedecemos sin rechistar un cartel señalizador del parque que nos indica la dirección del Mojón de las Cuatro Caras. Comenzamos a recorrer unos primeros kilómetros en ligero ascenso y con poca vegetación. En el kilómetro 5,5 pasamos un refugio en el que podemos capear una tormenta inesperada –no sirve para mucho más–.
Estamos en el principal nudo de comunicaciones del parque regional, donde confluyen sus principales caminos y kilómetro cero de decenas de excursiones que ya iremos desgranando. Nosotros giramos a la izquierda, en el sentido de nuestra marcha, y elegimos la pista que indica Camino del Rellano, San Joy, Barranco del Mulo y Paraje del Caramucel. Descendemos y, en cuatro kilómetros, alcanzamos el Barranco del Mulo.
Aquí nos desviamos a la derecha por el camino del Caramucel en busca de uno de los rincones más bellos de La Pila. Afrontamos unos repechos muy duros –¡no hay dolor!– antes de alcanzar un largo llano bajo unos espectaculares cortados que nos servirá para respirar un poco. Atentos a las vistas que se nos ofrecen a la izquierda.
Llegamos a un cruce sin señalizar; a partir de aquí, progresamos por la derecha y disfrutamos de un paraje de ensueño: la umbría del Caramucel, un fantástico bosque de pinos que crece al amparo de un pico de 1.026 metros de altitud. Estamos recorriendo un lugar de belleza única, de los que se guardan en la retina para siempre.
En cuatro kilómetros llegamos a un cruce señalizado, donde optamos por el camino de la derecha, que nos lleva de vuelta al Mojón de las Cuatro Caras. La pista se convierte en un corredor maravilloso de pinos y carrascas que atraviesa una increíble mancha forestal húmeda y sombría.
En cuatro pedaladas nos encontramos con un desvío a la derecha a Los Pardiñales, que despreciamos. Nosotros, a lo nuestro por el camino principal.
En un momento alcanzamos otro cruce, señalizado, donde giramos a la derecha para rodear por completo el macizo del Caramucel. Estamos completando un recorrido circular que nos ha llevado por algunos de los rincones más bellos del parque.
De nuevo en el Mojón de las Cuatro Caras, donde se tocan los términos municipales de Blanca, Abarán, Fortuna y Molina. Una vez en este punto podemos bajar hacia La Garapacha, con lo cual habremos completado un recorrido de 37 kilómetros o, si nos encontramos en forma, prolongarlo 23 kilómetros más. Vale la pena seguir, así que elegimos el camino de Los Cenajos, Cabezo de Turra y Puerto Frío. A 500 metros nos encontramos con un refugio donde podemos hacer fuego y guarecernos de la lluvia y el frío.
Nos bastan tres kilómetros para llegar a una intersección señalizada que, por la derecha y ya con asfalto, nos lleva hacia las cumbres de la sierra. Eso hacemos, y en un kilómetro alcanzamos los pozos de la nieve –hay dos–. Ahora tenemos un kilómetro y medio muy fuerte cuesta arriba.
Llegamos al Llano de las Víboras, un collado con un cruce en forma de T, en medio de la inconfundible silla de montar –es la forma de la cuerda superior del macizo–, que nos conduce al pico de Los Cenajos –1.225 m.– por la derecha y a la cumbre de La Pila –1.269 m.– por la izquierda. Como somos unos campeones, visitamos las dos cumbres antes de volver sobre nuestras ruedas. Aviso: las cuestas son muy duras, y cuando bajemos habrá que forzar bastante los frenos.
De nuevo en el cruce, tomamos ahora hacia la derecha en dirección a Fuente Higuera. Los cipreses nos escoltan por la umbría de La Pila, casi tan hermosa como la del Caramucel. Enseguida vemos la fuente de la mina del Engarbo y en poco más de tres kilómetros llegamos al albergue de Cabezo de Turra.
Ya estamos en la carretera, concretamente en el cruce de Puerto Frío, a 834 metros sobre el nivel del mar. Giramos a la derecha en dirección a La Garapacha y superamos el refugio de Puerto Frío –la techumbre se ha venido abajo–, la fuente de La Vereda –agua no potable– y Fuente Blanca.
Fin de nuestro camino. Nada menos que 52 kilómetros en una ruta circular que nos ha servido para aproximarnos a este espacio natural. Tendremos tiempo para volver a él y recorrer sendas y caminos secundarios en busca de sus rincones más secretos.
Dónde: Sierra de La Pila (términos de Abarán, Blanca, Fortuna y Molina).
Dificultad: Media-alta (52 kilómetros, entre 4 y 6 horas de marcha).
Cómo llegar: Desde Fortuna, seguir por la carretera comarcal que lleva a La Garapacha.
Cartografía: Mapa 891-II de El Boquerón en 1:25.000. Mapa 892-I de Barinas en 1:25.000.
Cobertura de móvil: Buena.
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