Un oasis de frescor en el río Mula

El calor, en fin, ya saben: nos hace sudar, nos agobia, nos vuelve un punto antipáticos, nos tira la tensión por los suelos, nos mete en la cabeza ideas peligrosas...

En fin, para qué seguir.

El caso es que el campo se está poniendo que no hay quien salga a darle la mano -¡eh, naturaleza, ¿sigues viva?- salvo que nos busquemos un rincón donde corra el agua y podamos colocar un rato a remojo nuestras achicharradas humanidades.

Si queremos escapar del calor, pocos lugares son tan frescos y relajantes como el Salto del Usero, a tiro de piedra de Bullas, una espectacular cascada en la que el río Mula se despeña en una serie de pozas y piscinas naturales que proporcionan un baño delicioso.

Los vecinos de Bullas llaman vaera a la gran cavidad que ha tallado el río en su fluir eterno a través de la roca.

Así que podemos bañarnos en la penumbra que proyecta esta cúpula natural, y también bajo la sombra del enorme quejigo que crece en su interior.

Una especie de helecho llamado culantrillo es el forro verdoso que apreciaremos desde el agua.

En el caso de que se decidan a darse un chapuzón, lo ideal es que lo hagan entre semana porque los domingos esto parece el Aquapark de Benidorm.

Y no es plan.