EE UU se abre a mandar de nuevo antimisiles para defender a Ucrania
Trump y Zelenski hablan en La Haya en tono «cordial» sobre cómo llegar a un «alto el fuego» y una «paz real» en la guerra con Rusia
Durante la cumbre de La Haya, Donald Trump le dedicó un rato, 45 minutos, a Volodímir Zelenski. En febrero de este año, apenas unos días ... después de la toma de posesión presidencial del magnate, mantuvieron una reunión televisada en la Casa Blanca que acabó mal. El magnate abroncó al presidente ucraniano; hasta le achacó su falta de respeto al protocolo por acudir a la cita sin traje. Luego, tras un tiempo distanciados, volvieron a darse la mano y en abril charlaron en el Vaticano tras el funeral del Papa Francisco. Este miércoles hablaron de «cómo llegar a un alto el fuego y una paz real» que ponga fin a la invasión rusa de la exrepública soviética. Eso dijo el máximo mandatario de Kiev.
«Ha sido un encuentro largo y cordial. No podía haber ido mejor. Hemos tratado todos los temas importantes y sobre cómo proteger a nuestra gente», subrayó Zelenski. «Agradecemos la atención y la disposición (del presidente de EE UU) para contribuir a un mayor acercamiento a la paz», agregó. El presidente ucraniano desveló que sobre la mesa estuvo la «compra de sistemas de defensa antiaérea estadounidenses» y la cooperación, también con Europa, para colaborar en la producción de drones. «Estamos dispuestos a adquirir ese equipamiento y a apoyar a los fabricantes de armas norteamericanos». Tras la mala experiencia en aquel encuentro de febrero en el Despacho Oval, Zelenski ha aprendido a desenvolverse en el idioma de Trump: los negocios.
El inquilino de la Casa Blanca confirmó la apertura de la negociación sobre armamento. Aunque lleva semanas diciendo que ha cerrado ese grifo, este miércoles lo entreabrió al considerar la posibilidad de enviar más baterías de misiles Patriot para ayudar a Kiev a defenderse de los ataque rusos. «Los sistemas antimisiles son difíciles de conseguir hoy, pero vamos a ver si podemos mandar algunos de los disponibles», declaró Trump en La Haya. El alto el fuego entre Irán e Israel le deja margen de maniobra.
Presume de haber zanjado esa guerra de «doce días» y sigue empeñado en acabar con este conflicto en Europa que le distrae de su gran objetivo: la pugna con China por el control del Pacífico. Trump desveló que en los próximos días va a conversar de nuevo con el jefe del Kremlin: «Miren, Vladímir Putin tiene que poner fin a esta guerra. A ver si podemos terminar con esto». El magnate apuntó que 7.000 soldados rusos y ucranianos murieron la semana pasada en el frente. «¡Es una locura, es una locura! Ahora hablaré con Putin. He tenido una buena reunión con Zelenski y he tenido muy buenas reuniones con Putin», aseguró.
Ante la prensa reunida en la cumbre de la Haya, el líder republicano dijo que Putin le parecía una persona «muy amable» y con quien mantiene una relación cordial. De hecho, estuvieron en contacto tras el inicio de los bombardeos cruzados entre Irán e Israel. «Putin se ofreció a ayudar con Irán (uno de sus grandes aliados). Le dije: 'No, no necesito ayuda con Irán. Necesito ayuda con Rusia'. Bueno... pero fue muy amable», insistió.
La adhesión a la OTAN
En La Haya, donde todo, salvo las reticencias de España a incrementar el gasto en defensa hasta alcanzar el 5% del PIB, siguió el guion prefijado por EE UU, Trump tuvo que escuchar algo que no le cuadra para resolver la disputa entre Moscú y Kiev. El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, dejó claro que la Alianza «apoya» la adhesión de Ucrania, algo inaceptable para Putin. «Es irreversible», dijo. Una de las razones que esgrime Rusia para justificar el inicio de la invasión en 2022 es, precisamente, el acercamiento de la organización militar a sus fronteras. Lo considera una amenaza.
Aunque, al dictado de Trump, la cumbre de La Haya ha dejado en un segundo plano la guerra en Ucrania, Zelenski consiguió esos tres cuartos de hora con él y difundir un mensaje de unidad frente al invasor ruso. Tras reunirse con representantes de Alemania, Francia, el Reino Unido, Italia y Polonia, y con Rutte, resaltó la importancia «crucial de fortalecer el escudo de defensa aérea» de su país. El dominio del aire es clave, como ha demostrado Israel en su conficto con Irán. «Hemos hablado sobre todo de los sistemas antimisiles y de los interceptores de drones iraníes Shahed (utilizado por el Kremlin). También abordamos la presión a ejercer sobre Moscú, que está intensificando sus operaciones ofensivas y no muestra intención de poner fin a la guerra», desveló el líder ucraniano. Por eso, pidió a sus aliados que apliquen más sanciones contra los sectores energético y bancario de Rusia.
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