Gran Hermano 17: Tras el trauma de la expulsión la casa de un vuelco con la repesca

La de anoche fue la gala más intensa y emotivo de Gran Hermano 17. Sin duda, la de ayer fue la expulsión más inesperada, tanto para la casa como para la audiencia, y por tanto, un trauma del que muchos no lograrán levantar cabeza. La cosa comenzaba caliente, se presentaba noche de expulsión, de repesca y de castigo.

Lo primero que hizo Jorge Jarvier Vázquez fue anunciar en el apartamento de Gran Hermano 17 que Candelas no pasaba el filtro de audiencia para la repesca, por lo que se esperaba un duelo entre Pablo y Fernando. Uno de los dos sería el repescado y volvería a convertirse en concursante de pleno derecho en Gran Hermano.

Después, el presentado, apurado por los acontecimientos, anunciaba a los nominados, Pol, Adara, Alain y Bárbara, que las dos chicas eran las que menos votos habían tenido para la expulsión por lo que estaban salvadas. Otro duelo masculino, Pol y Alain se jugaban la expulsión.

Para añadir más tensión a la expulsión, sabiendo lo que se esperaba, por primera vez en Gran Hermano 17, todos los concursante arroparon a los nominados en la sala de expulsión. Incluso hubo momento de apoyos: quién prefería que Pol se quedase (Bea, Adara, Bárbara, Rodrigo, Miguel) y quién que fuese Alain el que permaneciera (Meritxel, Clara y Noelia). El público no estaba de acuerdo y sorprendentemente el expulsado de ayer fue Pol.

«No, no, no y no. No me lo creo», decía una desconsolada Adara tras escuchar la sentencia del público. A la joven le costó reaccionar pero las lágrimas negras no tardaron en derramarse por su cara. Como una niña pequeña que se queda sin su golosina, Adara ayer se quedó sin sus besos con sabor a algodón de fresa, sin su «crepecito». Mientras, Pol trataba de animarla: «Tienes a Bárbara, apóyate en ela. Tenéis que luchar contra las injusticias». La de esta pareja fue una de las despedidas más tiernas que se recuerdan de Gran Hermano.

Y por si el golpe de perder a Pol no había sido suficiente para Adara, un viejo enemigo de Bárbara volvía a la casa. Efectivamente, la repesca de Gran Hermano 17 se la ganó Fernando y el andaluz volvía triunfante a la casa. Se podría decir que la más feliz de anoche era Clara. Tras tanta debable, las cosas se empiezan a enderezar hacia su lado. Pol, había salido nominado directamente gracias al voto de Clara; una nominación directa y una expulsión directa (a eso se refería Pol con lo de injusticias). No podía ir mejor la noche para ella, Pol expulsado y Fernando repescado, una gran bienvenida que precederá a una conversación anunciada por el andaluz.

Por otro lado, faltaba por descubrir cuál era el castigo que la organización de Gran Hermano. La que es ya la edición más conflictiva de la historia del concurso ha decidido buscar solución a los altos niveles de decibelios que hay en la casa cada día. Estas son las medidas adaptadas:

Cierra el Club GH 17, nadie tendrá privilegios esta semana. Supermercado ilimitado, muchas de las peleas eran por comida, intentarán poner fin a esas discusiones con comida a tutiplén. Se cierra una de las habitaciones, por lo que todos dormirán juntos para evitar la segregación. Y la última y más dura de las medidas, esta semana, todos los concursantes están nominados.

Mientras los habitantes de Gran Hermano recibían con pena el castigo de la organización, Pol se enfrentaba a la entrevista más esperada de la edición. El joven descubrió de primera mano y muy sorprendido que su madre y su suegra no eran precisamente las mejores amigas. Fue cauto para defender a Adara ante las advertencias de su madre: «Creo que esa chica no te conviene nada». Ahora queda por ver qué hará Pol a partir de ahora: ¿esperará a Adara fuera de la casa como le prometió? ¿La defenderá a muerte como le dijo? o ¿hará caso a su madre y pasará de su adorada «cuchufleta»?