Los 'frikis' se imponen a 'los aristócratas' en la infartante final de 'Pekin Express'

En un maravilloso y favorable para la gran mayoría de la audiencia (movían más empatía y simpatía que los ricos) giro de los acontecimientos, y tras perder casi todas las pruebas y amuletos que se disputaban en la larga 'gymkana' final del programa 'Pekin Express', presentado por Cristina Pedroche, Matías y Nabil se alzaban con la esperada victoria.

Tras encadenar una casi invicta serie de victorias durante todo el programa, Blanca y Pepe perdían inesperadamente en el último momento. Los primos, debilitados psicológicamente por ver etapa tras etapa como sus esfuerzos por 'trampear' a la otra pareja eran infructuosos usaran las ventajas que usaran, sacaron fuerzas de flaqueza y se coronaron con el premio final.

En esta última etapa final, las dos parejas se deshacían («por fin» exclamaron) de sus pesadas mochilas y se disponían a completar una 'gymkana' que consistía en conseguir polvos de cinco colores diferentes: rojo, verde, amarillo, rosa y naranja. Para conseguirlos tenían que enfrentarse a una serie de pruebas a las que sólo podían acceder completando una serie de recorridos al estilo del programa, a dedo y/o a pie. Cada pareja partía con un color, y los primos aprovecharon, una vez más, la ocasión, para demostrar porque son los 'frikis': escogieron el «amarillo Pikachu» frente al «verde esperanza» de Blanca y Pepe.

Durante la primera parte de la final, los primos perdieron en todo momento, llegando siempre entre cinco y diez minutos después a las pruebas que los aristócratas, completándolas con éxito, lógicamente, también después. Pero cuando todo parecía hundido y se enfrentaban a la prueba final en clara desventaja (ellos debían encontrar aún 4 colores cuando los aristócratas sólo debían encontrar uno), Matías y Nabil tomaron una decisión que nadie entendió pero condicionó la final.

La prueba consistía en encontrar los colores restantes en un barrio. Para ello, sólo una persona de cada pareja podía dedicarse a buscar, mientras su compañero le transmitía la información necesaria vía radio. Todos esperábamos que Matías se dedicase a buscar, por ser el único de los dos que hablaba inglés, el que más rápido corría y el que llevaba parando los coches durante toda esta entrega, pero decidieron hacerlo al contrario. Incluso Blanca y Pepe, que apostaron porque ella indicase y Pepe buscase, cuestionaron su decisión.

Pero en un épico momento final, en el que Nabil apeló a Son Goku y a todas las fuerzas del universo que podrían ayudarle, consiguió encontrar los colores antes que Pepe, a quien su temperamento le volvió a jugar una mala pasada y se omnibuló por completo, costándole a la pareja más pudiente el ganar la final. Pepe gritando y un Matías llorando de pura alegría y orgullo mientras se le escapaba un emocionante: «¡Como se lo ha currado mi primo!», dieron por finalizado el programa.

Matías se encontró especialmente feliz por haber ganado debido a su situación personal, que ya había explicado durante el programa: su madre, enferma de cáncer por segunda vez, seguía trabajando para sacar adelante a su hermana pequeña y a su abuela. Aseguró que le iba a dar todo el dinero, lo que provocó que hasta Cristina Pedroche derramase unas lagrimillas.

En resumen una final espectacular llena de sorpresas.