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c. garcía
Viernes, 27 de noviembre 2015, 12:34
Que a Kim Kardashian no le gusta nada eso de estar embarazada es una realidad. La celebridad ha dicho en varias ocasiones que odia el embarazo porque engorda, le cambia el humos y se le hinchan los pies. Precisamente, por esto último no puede hacer lo que más le gusta, llevar tacones. Después de dar a luz el próximo mes, Kim Kardashian lo tiene claro: se operará.
No es extraño que tras el embarazo, las mujeres vean que la barriga les queda caída, igual que el pecho. Kim Kardashian quiere tomar el camino rápido, el lugar de acudir al gimnasio durante meses para tonificar su cuerpo, la celebridad se someterá a una dura cirugía estética.
Entre los arreglos que Kim Kardashian ha hablado con los doctores estarían una abdominoplastia, para dejarle el vientre plano; una operación de pechos, para dejarle el busto firme; y una liposucción, que imaginamos que no sea para quitarle las curvas...
No se ha detallado el presupuesto que Kim Kardashian gastará en estas cirugías plásticas, pero está claro que la chica no escatimará en gastos para estar perfecta. Un amigo cercano a Kim Kardashian dijo que "siempre ha estado obsesionada con su cuerpo", Además, explicó que "su cuerpo es su herramienta de trabajo y su forma de vida".
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