Gran Hermano 16: Suso, expulsado, se despacha con Maite en plató

Ha llegado el turno de Suso. La audiencia decidió en la gala de anoche, por más de un 60% de los votos, que el catalán debía ser el siguiente expulsado de esta edición. Algo que sorprendió a casi todo el plató que esperaba ver fuera de la casa a Marina, ya que, a pesar de los comportamientos del catalán, este da mucho juego dentro del reality. Pero el público manda cuando se tratra de elegir al expulsado y ya no hay vuelta atrás.

La sala de expulsiones es dura, pero no lo es menos la entrevista con Mercedes Milá, que no se corta un pelo a la hora de preguntar y poner entre la espada y la pared a los concursantes.

Se abría la puerta para recibir al expulsado, y ahí estaba su madre para abrazarlo y, como no, Raquel, por quien Suso confesó no sentir más que amistad. "Me cuesta creerme un amor dentro de una televisión. Ante todo Raquel es mi amiga y por eso tengo un respeto y la quiero, como amiga. Pero yo para enamorarme necesito llevarla a mi calle y ver como actúas con mi familia y conmigo, y entonces Suso se enamora. No me he enamorado nunca", decía mientras a Raquel se le saltaban las lágrimas.

Además, se despachó agusto con Maite, para la que tuvo palabras de lo más desagradables. "Estás zumbada y has perjudicado el reality de tu hija", decía mientras Mercedes Milá amenazaba con echarlo de plató si seguía hablando en ese tono.

Lo cierto es que, a pesar de su expulsión, a Suso le queda mucho juego que dar en el reality, ya que, aunque sea desde plató, se va a hacer notar. Y es que el catalán ha sido, es y será uno de los grandes protagonistas de Gran Hermano 16.