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El sector conservero murciano vuelve a exhibir fuerza en Europa y Norteamérica, pese a la dura competencia china y suramericana. El año pasado facturó 356 millones de euros con las exportaciones, el nivel más alto de su historia. El anterior récord se remontaba a 2003. Los motores de esta recuperación son el aumento de compras por parte de Alemania, Reino Unido, Estados Unidos y Holanda. A ello se suman la consolidación del mercado francés, las medidas comunitarias contra el 'dumping' asiático y la fuerte demanda de almíbares y mermeladas. Solo la provincia de Sevilla, con 500 millones facturados en 2017, hace sombra a Murcia en ventas de conservas hortofrutícolas en el exterior.
Los fabricantes de la Región comercializaron en el extranjero un total de 266.511 toneladas de latas y botes de conservas durante el pasado ejercicio (+10,3%). Para hacerse una idea, es un volumen suficiente para rellenar al completo dos superpetroleros de la clase Suezmax.
266.511 toneladas de conservas murcianas fueron comercializadas en el exterior durante el año pasado, un 10,3% más que en 2016.
73 empresas conforman el sector de conservas vegetales de la Región, el segundo más potente de España después del andaluz. Junto con las fábricas de zumos facturan más de 2.000 millones anuales.
7.600 murcianos trabajan en la industria conservera hortofrutícola regional, cuyo peso económico se concentra en las comarcas de la Vega Media y del Noroeste.
De tal cantidad, 139.974 toneladas eran de melocotón, albaricoque, mandarina, pera y macedonia (+13,9%) y 93.859, de verduras y legumbres (+8,28%). Las mermeladas, compotas y cremogenados, por su parte, frenaron su vertiginoso crecimiento de años anteriores y se quedaron en 32.626 toneladas (+2,2%). De aceitunas y demás encurtidos únicamente salieron 51,5 toneladas. Un tercio de lo exportado se expidió desde los puertos de Cartagena y Valencia hacia países extracomunitarios.
La comercialización de las conservas hortofrutícolas en el exterior proporcionó 356.366.790 euros, de acuerdo con los datos del Instituto de Comercio Exterior (Icex); es la cifra más alta desde 2003 (entonces fueron 336,5 millones), tras experimentar un estirón del 51% de las ventas en los últimos cuatro años.
Frutas y macedonias en almíbar generaron 158.133.560 euros. Los precios acompañaron, por lo que tal cantidad supone un aumento del 15,6% con respecto al ejercicio anterior. Los ingresos por las conservas de hortalizas -desde alcachofas marinadas y tomates pelados hasta pistos y sofritos- ascendieron a 154.001.930 euros, un 5,07% más.
Aunque apenas subió el volumen de mermeladas y confituras expedidas al extranjero, la facturación en cambio subió un 10,2% hasta llegar a los 44.146.680 euros. Los encurtidos generaron solo 84.620 euros, un ámbito que arrastra una asignatura pendiente en cuanto a exportación.
Compradores
Los principales consumidores de conservas vegetales murcianas son los franceses, con 68,6 millones de euros gastados el año pasado; les siguen los alemanes, con 42,5 millones. Pero los más interesantes para el sector son los británicos, quienes incrementaron su demanda un 16,7% el año pasado hasta llegar a los 40 millones (la segunda mejor marca de ese país en la última década). En cuarto puesto se consolidan los estadounidenses, con 37,8 millones, a pesar de la enorme presión que los competidores peruanos, chilenos y chinos ejercen sobre ese mercado (antes de la crisis, EE UU era mejor cliente del sector conservero regional, con más de 50 millones anuales).
Holandeses y suecos gastaron el año pasado 30 y 18 millones, respectivamente. Los únicos países donde 'pincharon' los productos murcianos fueron Portugal y Emiratos Árabes Unidos; en el resto fueron crecimientos, sin excepción.
Con todo, el presente año no ha empezado como deseaba el sector. Entre enero y febrero se facturaron 58.351.690 euros, un -3,1%. El descenso de pedidos se localizó en Estados Unidos, Alemania, Bélgica y Arabia Saudí. La paradoja reside en que fue casi compensado por un fuerte incremento de la demanda británica, que creció nada menos que un 53% en ese periodo. La amenaza del 'Brexit' está lejos de plasmarse.
Liquidez a toda costa
La inyección de dinero desde el exterior es bienvenida para el sector conservero. Los fabricantes necesitan liquidez de forma constante debido a las condiciones de la Ley de Cadena Alimentaria. Dicha norma les obliga a pagar antes de 30 días la materia prima, mientras que las conservas resultantes requieren a veces un año entero para su comercialización en el exterior. Dentro del mercado nacional, el plazo de pago a las conserveras por parte de las cadenas comerciales está fijado en 60 días por no ser alimentos perecederos.
Murcia cuenta con 73 fábricas de conservas vegetales, con una capacidad de producción de 575.103 toneladas anuales. De ellas dependen otras 41 empresas y cooperativas dedicadas a la selección y manipulado de frutas y verduras que van a ser procesadas, de acuerdo con los datos de la Consejería de Agricultura. Su actividad conjunta proporciona más de 7.600 empleos directos.
De cada cinco envases de conserva vegetal producidos en España, uno sale de fábricas murcianas. Junto con los zumos, la cifra de negocio de la industria conservera regional ronda los 2.000 millones de euros anuales, según el Instituto de Fomento (Info), lo que supone un tercio de los ingresos del sector agroalimentario regional, uno de los grandes pilares de la economía murciana.
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