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Javier Pereira, durante el rodaje de la película. RICARDO CRISTIAN

Javier Pereira: «El primer director que confió en mí, con 13 años, era murciano»

El protagonista de la película 'El instinto', dirigida por el lorquino Juan Albarracín y que se estrena en cines el viernes 16 de mayo, admite que meterse en la piel de un arquitecto con agorafobia fue «todo un reto»

Sábado, 10 de mayo 2025, 08:48

Se imagina el ganador del Goya Javier Pereira que, en el caso remoto de no haber sido actor, otros derroteros le habrían llevado a estudiar Arquitectura, su «profesión frustrada». Y fue precisamente este detalle uno de los que le hizo decantarse para aceptar el guion de 'El instinto', la película dirigida por el joven lorquino Juan Albarracín que cuenta la historia de Abel, un brillante aquitecto que sufre agorafobia. Sin haberse estrenado aún en cines, el filme ya acumula una buena pila de premios en numerosos festivales.

La cinta se pudo ver en Madrid esta semana con gran éxito de público y crítica –como ha venido sucediendo en los últimos meses– y, tras un largo periplo por medio país, parte del otro y también en el extranjero, llegará el día 15 a Murcia para recalar al día siguiente a Lorca, el del estreno en cines, en la tierra del director. «Han apostado por tardar un poco más en estrenar y hacer antes un recorrido en festivales. Eso puede salir bien y puede salir mal, y en este caso ha salido muy bien», observa Pereira (Madrid, 1981).

«Quedamos a tomar un café Juan y yo y no hablamos de edad. En el rodaje me enteré de que tenía 23 años y le dije, de broma: '¡Si llego a saber esto, no sé si me hubiera arriesgado!'»

Este actor, al que ya pocos recuerdan por el 'Triki' de 'Al salir de clase', ha bordado después papeles para la historia, como el que interpretó en 'Stockholm', de Rodrigo Sorogoyen, y que le valió el Goya al Mejor Actor Revelación en 2014. Aquel 'cabezón' lo llevó en el metro dentro de la mochila para enseñárselo a su abuela, según ha reconocido en alguna entrevista. Pero esa mochila va a tener que hacer hueco a los reconocimientos que ya van cayendo –y los que tiene pinta que seguirán viniendo–, como el del Festival Sombra al Mejor Actor, 'ex aequo' con Fernando Cayo.

No es para menos. Interpretar el personaje de Abel, meterse en la piel de un arquitecto agorafóbico, fue «todo un reto», explica Pereira, controlando «mil cosas» para «lograr tener enganchado al público durante una hora y media», sin dejar de lado la «química» entre los dos actores –Fernando Cayo y él–. Esa química necesaria para mantener viva «la lucha por sobrevivir en la película». Según define Pereira, «esto era un partido de tenis y yo me entendí perfectamente con Fernando. Yo no conocía de antes a Fernando Cayo, y creo que hemos conseguido un buen equilibrio entre los dos».

«Pocos como Juan Albarracín»

Pereira, que nunca antes había interpretado a un arquitecto, investigadó a fondo para conocer la agorafobia por dentro. La agorafobia es un trastorno mental asociado al miedo y la ansiedad por estar en lugares de donde es difícil escapar o donde no se podría disponer de ayuda. La agorafobia generalmente involucra miedo a las multitudes, a los puentes, o a estar solo en espacios exteriores. «Hablé con mucha gente para saber más. Para saber más sobre los síntomas, por qué unas personas tienen más ansiedad que otras, etcétera. No es un papel fácil. No es como si fuera una persona coja, que sabes perfectamente cómo vas a interpretarlo, por poner un ejemplo. O incluso un heroinómano, que estuve en Proyecto Hombre casi un mes. En este caso, hay muchos tipos de reacciones y de comportamientos. Y luego intentar darle credibilidad, claro. Lo bueno de nuestro trabajo es que, durante unos meses, conocemos problemáticas que antes no conocíamos. Investigamos en lo desconocido», admite. Lo que viene siendo un actor de método en toda regla. Como hizo también con el asesino de 'Que Dios nos perdone', por ejemplo, cuando estuvo meses en contacto con la abogada de José Bretón: «Yo siempre trabajo desde ahí».

Otro de los alicientes para tirarse de cabeza al proyecto de 'El instinto' fue su director. «Ya sabía que era tan joven... ¡Pero no tan joven!», se sigue asombrando. «Sí, vale, yo también empecé actuando muy joven, con 13 años, y soy un privilegiado, pero no es lo mismo. Dirigir una película es mucha responsabilidad, es muy difícil dirigir una película con 23 años. No se puede comparar. Si nos ponemos a pensar en el fútbol, por ejemplo, solo Messi, Lamine Yamal y pocos más tenían 100 partidos con el Barcelona a los 17 años, ¿no? Con esto pasa lo mismo. Si trasladamos esto al cine, ¿cuántos directores españoles han hecho películas con 23 años? Juanma Bajo Ulloa, Alejandro Amenábar y cuatro más».

–¿Cómo fue la primera vez con Juan Albarracín?

–Cuando me llamó mi representante leí el guion y me gustó mucho. Después quedamos Juan y yo para tomar un café y ver si me decidía. Le vi tan maduro, con una conversación tan buena, sabiendo tanto de cine... No hablamos de edad. Y a lo mejor en aquella entrevista tenía él 22 años. Yo pensé que tenía 26 o 27 años. Luego en el rodaje me enteré de que tenía 23 años. Y le dije, de broma: '¡Si me llego a enterar de esto no sé si me arriesgo!'. Lo bueno es que su cabeza no parece de 23 años. Va muy adelantado.

Para más salsa murciana, Javier Pereira contó en el rodaje con la compañía de otra murciana, la inmensa Eva Llorach, y estuvo muchas semanas recorriendo la Región. «No es lo mismo cuatro días en un sitio y cuatro días en otro que un mes en Bullas», sonríe. «Siempre es mejor un proyecto con gente que tenga ganas e ilusión. Y luego no te imaginas el presupuesto –250.000 euros–, ni que está hecha por gente de veintitantos años, ni en cuatro semanas. Y puede competir en ligas que no reflejan esas circunstancias. Eso es un mérito increíble».

Tan contento se fue Pereira de la Región de Murcia –incluyendo aquellas noches en Los Zagales degustando el amplio abanico de tapas murcianas– que ya ha cerrado un nuevo proyecto con la productora murciana Twin Freaks, la mano que mece la cuna detrás de 'El instinto'. «Me llevo un rodaje de allí», celebra. La Región de Murcia como alfa y omega. Porque, tal y como recuerda, «el primer director que confió en mí, con 13 años, también era murciano». Ese director fue Antonio Conesa, el director de 'Campeones', que a la postre se convirtió en «íntimo amigo» de Javier Pereira. Vaya ojo el de Conesa, y ahora el de Albarracín y Twin Freaks. Lo que viene siendo el 'instinto murciano'.

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Javier Pereira: «El primer director que confió en mí, con 13 años, era murciano»